Considera que es clave para la activación de la minería argentina y destaca la importancia para el desarrollo económico.

En un comunicado reciente, la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) ha enfatizado la trascendencia del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) como catalizador esencial para la activación de la producción minera en Argentina. En un contexto de incertidumbre económica, el RIGI se presenta como una herramienta de certidumbre y estímulo para inversiones significativas en el sector.

La CAEM subraya que la legislación actual es crucial para la materialización de proyectos mineros de gran envergadura, los cuales han estado en espera debido a desafíos macroeconómicos. Estos proyectos, centrados en recursos como el cobre, litio, oro y plata, tienen el potencial de triplicar las exportaciones minerales del país, con una proyección de inversión estimada en 25.000 millones de dólares hacia el año 2030.

El organismo resalta la importancia de la cadena de valor minera y su interacción con proveedores nacionales, muchos de los cuales están asociados a la CAEM. La implementación del RIGI no solo promoverá el desarrollo de proveedores existentes sino que también fomentará la creación de nuevos actores dentro de la industria. Además, se espera que la concreción de estos proyectos genere miles de empleos, contribuyendo significativamente al desarrollo de las economías regionales y al crecimiento industrial argentino.

La CAEM asegura que sólo la puesta en marcha de nuevos proyectos permitirá el desarrollo de nuevos
proveedores y reitera su compromiso con la industria nacional y la provisión local, trabajando en conjunto con diversas instituciones empresariales y cámaras para apoyar el crecimiento industrial del país. La minería, según la cámara, juega un rol estratégico en la defensa de la industria local y es fundamental para el impulso de sectores relacionados, como la construcción.

En un llamado a la acción, la CAEM insta al Poder Legislativo a alcanzar los acuerdos necesarios para que el RIGI sea aprobado, asegurando así un futuro próspero y sostenible para la minería argentina y, por extensión, para la economía nacional.