Llegó el frío: cómo cuidarse de las enfermedades más habituales
Con las temperaturas bajas, hay más reuniones en espacios con poca ventilación, un factor que favorece la circulación de patógenos.
Durante marzo y abril pasado fue como si el verano se hubiera estirado sobre el otoño, y, en mayo, el invierno parece haberse anticipado. Con esas condiciones meteorológicas como contexto, los patógenos que pueden generar afecciones en el aparato respiratorio han empezado a circular más.
Ya se detectó en la Argentina una mayor circulación del virus de la gripe estacional o influenza y el virus sincicial respiratorio – que puede causar tanto bronquiolitis, resfríos y neumonías, según el Boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación.
También se diagnosticaron más casos de infecciones por el metapneumovirus y el virus parainfluenza (que puede provocar bronquiolitis, bronquitis y ciertos tipos de neumonía), y sigue circulando el coronavirus que causó la pandemia en 2020, el SARS-Cov-2.
Si bien las detecciones permanecen en valores bajos, “se observa un ligero ascenso en los casos de influenza y virus sincicial respiratorio en las últimas semanas”, afirmaron los expertos en epidemiología de la cartera de Salud.
Con las temperaturas más bajas, hay más chances de contraer algún virus. Pero también algunas bacterias, como el neumococo, la Haemophilus influenza, estafilococo y el estreptococo, según dijo la doctora Silvia González Ayala, presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP).
Ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya reconoce -en base a la evidencia científica disponible- que puede haber “partículas respiratorias infecciosas” que pueden transmitirse, tanto a corto como a largo alcance, dependiendo de varios factores.
Las razones por las cuales se produce el aumento de los casos de infecciones son variadas. Una de ellas es que las personas tiende a reunirse en los lugares cerrados cuando hace más frío afuera y eso facilita que los gérmenes se propaguen.
También se sabe que cuando se contrae una enfermedad, los síntomas no siempre aparecen de inmediato. Pueden tardar hasta unos días o una semana en aparecer. Entonces, durante esa incubación, la persona puede transmitir partículas respiratorias a otras, especialmente si se encuentra en un ambiente cerrado.
“En otoño e invierno aumentan los casos de enfermedades respiratorias porque las personas están más en espacios cerrados y hay poca ventilación”, comentó la médica Leda Guzzi, de la comisión de comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Otro factor que influye es que “la inmunidad de una persona puede no funcionar tan bien en los meses de invierno. Esto se debe a que las cilias, unas pequeñas proyecciones pilosas de las vías respiratorias superiores que suelen expulsar los cuerpos extraños de la nariz, no funcionan tan bien cuando las temperaturas son más frías y la humedad más baja. Por eso, algunos patógenos pueden persistir en las vías respiratorias altas durante más tiempo”, acotó la doctora Guzzi.
Estas son las 8 infecciones frecuentes en tiempos de temperaturas bajas:
1- Resfrío
El virus del resfrío o resfriado común afecta a la nariz y la garganta. La mayoría de los cuadros son leves, pero en algunas personas pueden golpear más. Pueden derivar en enfermedades del pulmón, como la neumonía o la bronquitis. Las personas con asma o el sistema inmune debilitado tienen un mayor riesgo de tener esas afecciones.
La mayoría se recupera en un plazo de 7 a 10 días. Los síntomas pueden durar más tiempo en las personas que fuman productos del tabaco.
Si bien no hay vacuna específica para la prevención del resfrío común, se puede hacer mucho al lavarse las manos frecuentemente, no compartir vasos y cubiertos con otras personas, y al evitar el contacto cercano con cualquier persona que esté resfriada.
2- Laringitis
La laringitis es una inflamación de las cuerdas vocales. Eso cambia la forma en que el aire se mueve a través de la garganta. Por eso, los afectados suelen tener una voz ronca, grave o demasiado baja. También pueden tener fiebre y tos persistente.
Las causas de las laringitis son varias e incluyen el virus del resfrío o el de la gripe o bacterias. Para prevenirla, se debe evitar el contacto cercano con personas con gripe o resfrío, lavarse las manos con frecuencia, no fatigar la voz y abandonar el consumo de tabaco.
3- Faringitis
La faringitis afecta el área justo detrás de la boca o la faringe. Es una infección causada por un tipo específico de bacteria, el estreptococo.
La cartera de Salud nacional informó en noviembre pasado que hubo un aumento significativo en la notificación de casos y fallecimientos por la bacteria Streptococcus pyogenes. Se planteó como hipótesis que la presencia de clones M1UK y un sublinaje de M1 con la toxina SpeC podrían estar asociadas al incremento de los afectados.
Durante el año 2023 se notificaron en la Argentina 926 casos de infección invasiva por la bacteria, de los cuales 134 (14,4%) fallecieron.
Si bien por el momento no hay una vacuna específica con S. pyogenes, la doctora Silvina Ruvinsky, médica infectóloga del Hospital de Pediatría Juan Garrahan de Buenos Aires y de la Sociedad Argentina de Pediatría, había recomendado en diálogo con Infobae que se debe mantener al día el esquema de vacunación del calendario oficial para reducir el riesgo de una coinfección y sufrir cuadros graves. Al contar con las vacunas al día se baja el riesgo de desarrollar otras enfermedades que favorecen la invasión por esa bacteria.
4- Bronquiolitis
La bronquiolitis afecta especialmente a los menores de 1 año. Puede ser causada por distintos virus. El más común es el virus sincicial respiratorio (VSR).
La vacuna contra el VSR fue autorizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su uso en personas que se encuentran entre las 32 y 36 semanas de gestación. También los mayores de 60 años deben aplicarse la vacuna con el virus sincicial.
5- Gripe
Se sabe que la gripe es una enfermedad viral respiratoria muy transmisible. Puede provocar graves complicaciones, incluso la muerte, a personas de 65 años y más, niños/as pequeños/as, personas gestantes y personas con enfermedades o condiciones crónicas (como cardíacas, respiratorias, renales, inmunosupresión, cáncer, trasplante, obesidad y diabetes).
Si se presentan señales clave de emergencia, como respiración rápida o dificultosa, presión en el pecho, desmayo, coloración azulada de la piel (en los niños), los afectados deben recibir atención médica urgente.
En la Argentina la vacuna para prevenir las complicaciones de la gripe es gratuita para las personas con mayor riesgo de sufrir complicaciones y para el personal de la salud.
6- Infección por metapneumovirus
Entre otros patógenos, en invierno puede haber más casos de infecciones por metapneumovirus, señaló a Infobae el doctor Francisco Nacinovich, quien forma parte de la comisión de vacunas de la SADI, es jefe de infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) y cofundador de la asociación civil sin fines de lucro INVERA dedicada a la investigación sobre resistencia antimicrobiana.
Los síntomas característicos del metapneumovirus son congestión nasal, fiebre, tos y sibilancias. Si se desarrolla un cuadro grave, puede causar dificultad respiratoria. Suele afectar más a niños pequeños. En adultos sanos y niños mayores, puede manifestarse solo como un resfrío común.
En 2022 se registró una elevada frecuencia de casos por metapenumovirus en otoño e invierno en la Argentina.
7- COVID-19
El coronavirus aún sigue circulando y tener la vacunación ayuda a reducir el riesgo de complicaciones como la neumonía. Las muertes por coronavirus registradas en 2023 sumaron 500 personas, mientras en el mismo período los fallecidos por gripe fueron 106 en el país.
En la última semana de abril pasado se registraron 67 casos confirmados de COVID-19 en la Argentina. A fin del año pasado, cuando las personas más se encontraron en lugares cerrados por las fiestas de Fin de Año, aumentaron los casos, y luego hubo un retroceso.
Días atrás, como informó Infobae el 16 de mayo, se conoció que la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) recomendó la incorporación de la vacuna COVID-19 al calendario nacional de vacunación a la población en riesgo “con el objetivo de disminuir complicaciones y muerte”.
8 – Neumonías
Hay diferentes causas para el desarrollo de neumonías. Una de ellas es la infección por el neumococo, la bacteria Streptococcus pneumoniae, que se encuentra de manera habitual en la mucosa nasal o faríngea garganta de los seres humanos.
El neumococo puede producir enfermedades leves, como otitis y sinusitis, y graves invasivas (como neumonía, meningitis, sepsis y artritis).
Para prevenir las neumonías por neumococo, los lactantes, las personas de 65 años y las personas de 5 a 64 años con enfermedades crónicas, como cardiopatía crónica, enfermedad pulmonar crónica, diabetes, alcoholismo, enfermedad hepática crónica, tabaquismo, y las personas con inmunocompromiso.
También desde marzo, se ha detectado en el país un brote de psitacosis, una infección por la bacteria Chlamydia psittaci que puede producir neumonías. La bacteria se transmite por el contacto cercano con aves como loros o cotorras principalmente. Ya se han registrado 291 casos confirmados de psitacosis.
“Actualmente, está el brote de psitacosis, pero también las bacterias Chamydia pneumoniae y el Micoplasma pneumoniae pueden afectar y causar neumonías”, subrayó el doctor Nacinovich. Agregó: “No hay que abandonar los hábitos que aprendimos en la pandemia: lavado de manos frecuente, uso de tapabocas si hay síntomas respiratorios, ventilar los ambientes, y recibir las vacunas a tiempo”.
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