Proyecto Escolar Revoluciona Seguridad Rural con Alarma Reciclada
Crearon un innovador sistema utilizando materiales reciclados para mejorar la seguridad en zonas rurales.
Un grupo de alumnas del Colegio María Auxiliadora sorprendió a todos en la Feria Regional de Ciencias con su ingenioso proyecto: un «Sistema de Alarma Antirrobo Casera» construido con materiales reciclados. Este evento, que reunió a estudiantes de Rivadavia, Capital, Santa Lucía, Ullum y Zonda, se convirtió en el escenario donde estas jóvenes brillaron con su propuesta innovadora y práctica.
El proyecto surgió como parte de la materia de Interacciones Eléctricas y Magnéticas, donde las alumnas exploraron los principios de los circuitos eléctricos para resolver un problema real en las zonas rurales. Conscientes de las limitaciones económicas que enfrentan muchas familias en estas áreas, las estudiantes diseñaron un sistema de alarma accesible, capaz de mejorar la seguridad tanto de las viviendas como del ganado.
Utilizando una lata de conservas, una caja de casete, un motor de juguete, broches de ropa, pilas, baterías y cables, las alumnas crearon un circuito en serie que, al cerrarse, activa un motor que genera un sonido de alerta mientras se enciende una luz dentro de la casa. Este diseño simple pero efectivo fue pensado para ser una solución económica y práctica para quienes no pueden costear sistemas de seguridad convencionales.
Liseth Campillay, una de las estudiantes involucradas, explicó que el proyecto fue inspirado por las necesidades de las comunidades rurales que no tienen acceso a sistemas de alarma debido a su alto costo. «Nuestro objetivo era ofrecer una alternativa asequible que pudiera ser fácilmente replicada por cualquier persona», comentó.
El docente Juan Pablo Pareja destacó el trabajo de las alumnas: «Lograron integrar de manera creativa los conceptos aprendidos en clase con una aplicación práctica que puede tener un gran impacto en la vida de las personas». El proyecto recibió elogios y reconocimiento durante la feria, superando las expectativas de las propias estudiantes.
Lucía Balderramo, otra de las integrantes del equipo, subrayó la importancia del trabajo en equipo y la satisfacción de haber creado algo útil. «Fue una experiencia increíble. No solo aprendimos mucho, sino que también pudimos contribuir con una solución a un problema real», afirmó.
El éxito del proyecto es un testimonio del potencial de la educación práctica y del ingenio de los jóvenes para abordar desafíos cotidianos con recursos limitados.
OPERADOR: EUGENIA VILA
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