Un buque de la Marina de Estados Unidos navegó por el estrecho de Taiwán en medio de las tensiones con China
Washington busca dejar en claro su compromiso con la defensa de la libertad de navegación en la zona, amenazada con las intimidaciones del régimen de Xi Jinping, que reclama la isla como territorio propio
Un buque de la Marina de Estados Unidos navegó este jueves por el estrecho de Taiwán, ubicado a unos 180 kilómetros de la isla, en medio de las tensiones con China, que reclama el control del territorio. La Séptima Flota del Ejército confirmó que se trató del destructor de misiles guiados USS Ralph Johnson, de clase Alreigh Burke.
Con este “tránsito rutinario, acorde a las leyes internacionales”, Washington buscó demostrar su “compromiso con la defensa de la libertad de navegación de todas las naciones como principio”, resaltando que “ningún miembro de la comunidad internacional debe ser intimidado o coaccionado para que renuncie a sus derechos y libertades”.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Taipei informó que la nave había navegado de sur a norte y que “no se detectó ninguna anomalía en nuestro entorno”.
China, sin embargo, condenó esta acción y aseguró que movilizó a sus unidades para evitar cualquier inconveniente. “El USS Ralph Johnson navegó el 22 de agosto por aguas del estrecho de Taiwán buscando notoriedad” ante lo que el Teatro de Operaciones del Este ordenó a las “tropas seguir y vigilar sus movimientos”, comenzó declarando el portavoz castrense Li Xi.
Gracias a ello, continuó, la nave fue ahuyentada “conforme a la ley”. “Las fuerzas del Teatro Este siempre están en alerta máxima, listas para defender la soberanía nacional, la seguridad, la paz y la estabilidad regionales”, concluyó.
La maniobra estadounidense llegó en un momento de alta tensión entre Beijing y Taipei, con reclamos cada vez más recurrentes por parte de Xi Jinping para hacerse con el control de la isla, lo que ha llevado a un aumento de la presión militar, con cazas, aviones no tripulados y buques de guerra movilizados en torno al territorio.
Como respuesta a ello, Taiwán estrechó sus lazos con Estados Unidos y otros miembros de la comunidad internacional, que ven con peligro las intenciones del gigante asiático, a la vez que prioriza su desarrollo en materia de defensa.
En las últimas horas, el Ejecutivo dio luz verde al presupuesto de defensa para 2025 que asciende a los USD 20.200 millones -es decir, un 6% más del monto del período actual, un nuevo record– mientras que, este martes, el Ejército realizó ejercicios con misiles de fuego real de tipo tierra aire en la base de Jiupeng.
“Todos los misiles lanzados hoy han alcanzado sus objetivos con éxito. Esto demuestra dos aspectos: el primero, que el entrenamiento de nuestro personal militar es muy sólido; el segundo, que nuestro equipamiento ha sido verificado a través de todo el proceso de validación y de tiro real”, aseguró el portavoz de la cartera de Defensa, Sun Li-fang.
Por su parte, el presidente, Lai Ching-te, sostuvo que todo esto es una muestra de la “determinación de Taiwán de mejorar nuestras capacidades de autodefensa, para garantizar la paz y la prosperidad”.
“China quiere cambiar el orden internacional basado en reglas (…) Taiwán enfrenta la amenaza inmediata de China pero Taiwán no se dejará intimidar”, prometió a la par que insistió en que “los países democráticos deben unirse para tomar acciones concretas (ya que) solo trabajando juntos podemos inhibir la expansión del autoritarismo”.
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