El próximo martes, sobre el mediodía, el sacerdote Walter Bustos sabrá si los jueces del Tribunal de Impugnación, Silvina Rosso de Balanza, Martín Heredia Zaldo y Benedicto Correa, confirmarán la absolución por el beneficio de la duda que, por mayoría le dictó un tribunal en mayo pasado. O, por el contrario, si adhieren a los argumentos de Fiscalía, lo condenan a 14 años y lo mandan al Penal de Chimbas hasta que quede firme su decisión, informaron ayer fuentes judiciales. En el medio, se abren otros posibles escenarios sobre decisiones del tribunal.

A saber. En caso de condena, los jueces podrían también adherir parcialmente a los argumentos de los fiscales Mario Panetta (actuó en el juicio) y Fabrizio Médici (sostuvo la impugnación). Ambos sostienen que el religioso cometió los delitos de abuso sexual aprovechándose de la inmadurez sexual de un chico de 15 años de Valle Fértil, y corrupción de menores, con el agravante de ser ministro de un culto reconocido (para esos ilícitos, el mínimo de la pena son 6 años).

En la hipotética condena, el tribunal puede considerar que solo cometió alguno de esos delitos y desligarlo del otro. Y en consecuencia, podrían aplicar una pena menor. También está en manos de los jueces decidir un punto esencial: si el religioso debe o no volver a la cárcel.

La eventual confirmación de la absolución o, por el contrario, una sentencia condenatoria, podrán ser reclamadas también ante la Corte de Justicia por las partes, pero ya con un margen más estrecho, pues el máximo tribunal de justicia provincial no revisa hechos ni pruebas, aunque sí la violación de derechos y garantías fundamentales a través de una sentencia, indicaron los voceros.

En un primer juicio, por otros hechos, Walter Bustos había sido condenado el 30 de mayo del año pasado a 1 año y 8 meses por abusar de un chico cuando tenía 15 años. Había sido denunciado por abusar de ese joven y sus dos hermanos mayores, pero un tribunal lo desligó de haber atacado al mayor. En ese debate, Fiscalía buscó 9 años de pena por los abusos gravemente ultrajantes contra dos de los hermanos, agravados por su condición de religioso. Ante el revés, reclamó ante la Corte, que confirmó la sentencia, pero le aumentó la pena a 3 años de ejecución condicional, porque consideró que sí cabía imputarle el agravante de ser ministro de un culto reconocido.

Fue en medio de ese juicio que, el 3 de mayo del año pasado, apareció el joven de Valle Fértil y denunció que él también había sido víctima del mismo sacerdote cuando tenía 15 años y acercó en busca de contención, porque no tenía padre, porque había sufrido bulling y también había sido víctima de un abuso sexual, entre otros problemas personales.

Al cabo de ese segundo juicio, los jueces Federico Rodríguez y Celia Maldonado, consideraron que cabía absolver al cura por el beneficio de la duda. Solo la jueza Carolina Parra resolvió que debía recibir 12 años de cárcel por dos hechos de abuso sexual contra un menor aprovechándose de su inmadurez sexual y su vulnerabilidad, y también por corromperlo. Para la magistrada, esos episodios fueron agravados por la condición de sacerdote del imputado.

El voto de esa jueza, fue clave en el reclamo de Fiscalía, que además criticó la sentencia absolutoria por no tener en cuenta el interés superior del niño y su derecho a una tutela judicial efectiva como persona vulnerable. Por hacer una valoración fragmentada de la prueba. Por no tomar en cuenta testimonios fundamentales, como el terapeuta que trata al denunciante y el de dos curas que conocieron de su denuncia en el ámbito de la iglesia (Bustos está suspendido actualmente). O dar ‘una fundamentación aparente’ del fallo, fueron parte de las críticas de Fiscalía.