La justicia resolvió este viernes que Luciana Teresita Bustos Sánchez, acusada del violento asesinato de José Marcelo Amarfil, continuará presa en el Servicio Penintenciario mientras se resuelven las pericias psicológicas a cargo de cinco profesionales.

Esos profesionales deberán dar respuesta a 15 puntos de pericia propuestos por las partes, incluido uno que es clave: saber si al momento del crimen (o actualmente) la licenciada comprendió lo que hizo y pudo dirigir sus acciones, o si estuvo afectada por alguna alteración que le impidió temporalmente tener un conocimiento cabal del violento acto que le atribuyen. Por ahora, se cuenta con el examen mental obligatorio de la detenida, y la conclusión fue que es imputable y puede estar presa.

Los psicólogos también indagarán sobre el vínculo que mantenía con la víctima.

Nueve meses pasaron desde que Amarfil (46) apareciera desnudo, con esposas de cuero usadas en juegos sexuales y muerto de 7 cuchillazos a un costado de un Ford Fiesta en una oscura calle de Las Chacritas, en 9 de Julio, la dueña de ese vehículo y única sospechosa de asesinar al docente, es Bustos Sánchez, licenciada en historia e investigadora del Conicet.