Milei y Lula no prevén reunirse en el G20 de Brasil, pero aceleran el diálogo por la Declaración final de la Cumbre

El Presidente estará en Río de Janeiro el 18 y 19 de noviembre. En el Planalto y en la Casa Rosada enfrían la posibilidad de un encuentro entre ambos. Las discusiones por el documento final. Las negociaciones por el tratado entre el Mercosur con los europeos están avanzadas

Javier Milei�confirmó mediante una carta enviada a Brasil�su participación en la Cumbre del G20 que se hará entre el 18 y el 19 de noviembre en Río de Janeiro. A 10 días de su viaje, la posibilidad de una reunión bilateral con Luis Inacio Da Silva, el presidente anfitrión, es remota. Tampoco está prevista una pull aside�o algún otro tipo de encuentro informal. Las diferencias personales e ideológicas entre ambos son tan profundas que, incluso, buscan evitarse. La comunicación entre los países corre solo por el carril diplomático, donde las cancillerías de cada nación intentan sostener los puentes�para conservar la relación comercial.

Hay algo que une, no obstante, a Milei y Lula por estas horas. El Acuerdo del Mercosur con la Unión Europea que ambos desean firmar. Pero los distancia, entre otros temas, la mirada sobre la Declaración final del G20, que es documento con el que culmina la cumbre de presidentes.

Las disonancias�entre los presidentes son salvadas por la vía diplomática. Itamaraty y el Palacio San Martín mantienen contactos fluidos y cuidan la relación entre ambos países. Diana Mondino, ex canciller, había construido un buen vínculo con Mauro Viera, el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, y tenía excelente relación con Julio Glinternick Bitelli, el embajador brasileño en Buenos Aires.

Gerardo Werthein, el flamante canciller, ya manifestó en declaraciones televisivas que Brasil es el principal socio comercial de Argentina y que la relación bilateral debe cuidarse en el registro diplomáticos más allá de las perspectivas divergentes entre Milei y Lula.

Esta semana, de hecho, ocurrió el primer acercamiento entre el canciller argentino y Bitelli. El embajador brasileño participó participó en la misa por los 40 años del Tratado de Paz con Chile que se realizó el miércoles en la Catedral Metropolitana. Allí mantuvo un saludo formal y una primera interacción breve con Werthein. En tanto que hubo un intercambio de chats entre Mauro Vieira y su par argentino.

Es factible que los vínculos se profundicen en los próximos días de cara a la cumbre del G20, aunque resulta improbable�que esas conversaciones destraben un encuentro entre los presidentes. “No hay prevista ninguna reunión, por ahora”, aclararon a Infobae�en el Planalto. En Balcarce 50 mantienen idéntica cautela. “No hay bilateral cerrada ni nada parecido”, respondió un funcionario que cruza a diario el Patio de las Palmeras.

El jefe de Estado argentino observa que Lula promueve una Declaración final del G20 que incluye narrativa propia de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Se trata de una agenda con la que no comulga y que considera como “woke”.�Es que el texto incluye políticas ambientales contra el cambio climático, de diversidad y género, sociales y económicas para luchas contra el hambre. En cambio, el líder libertario ve con buenos ojos�otros puntos como aquellos que aluden a la Inteligencia Artificial. Su posición es, contrario a la normativa europea, de facilitar las inversiones en esa área y darle impulso al desarrollo tecnológico sin trabas regulatorias.

“Las negociaciones está en curso. Serán permanentes las conversaciones hasta el 17 de noviembre. Cambia por minuto”, le explicó a Infobae un diplomático al tanto de los debates en torno a la Declaración final del G20. Cada año, el país anfitrión impulsa una agenda de temas sobre los cuales gira el documento que le da cierre a la cumbre.

La discusión por la Declaración del G20 de Brasil

En este caso, Lula promueve tres puntos que tienen que ver con la lucha contra el hambre y la pobreza, el desarrollo sustentable y la transición energética y, por último, la gobernanza global (referido a si funcionan las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio). Habitualmente era un texto extenso. Para este año se prevé que la Declaración sea de ocho páginas con anexos que contengan las declaraciones de los ministros de cada área.

Respecto al primer punto, Milei discrepa con el concepto de justicia social y cualquier política vinculada a la distribución del ingreso. Pujará para evitar que el documento incluya concepciones con esa perspectiva. Respecto a la transición energética, en el Gobierno aseguran que Argentina “es Gardel: somos parte de la solución y no del problema”.

Además, habrá un párrafo dedicado a las guerras, en los que se condenará la invasión de Rusia a Ucrania y el ataque de Hamás a Israel. No obstante, no se descarta que el G20 busque un equilibrio�en ese punto, dado que Vladimir Putin estará presente en la Cumbre y que tanto Estados Unidos como la Unión Europea promovieron un alto en el fuego en Gaza para aplacar la tensión en Medio Oriente. Milei prestará especial atención a esas discusiones para respetar sus prioridades geopolíticas que son en espejo con Tel Aviv y Washington.

Según supo este medio, la Declaración final no planteará la adhesión explícita al Pacto del Futuro. Se trata de la resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU en septiembre que Argentina rechazó. En tal caso, supondría el rechazo de Milei, quien se disoció de esa agenda.

El jefe de Estado exigirá que la Declaración se mueva en torno a los valores de la democracia en América Latina -en una búsqueda por condenar a VenezuelaCuba�Nicaragua– y a los derechos humanos. En tanto que hay intereses argentinos en temas como la seguridad alimentaria, el funcionamiento de la OMC y la energía nuclear.

Está previsto, en principio, que Milei llegue a Río de Janeiro el 17 de noviembre, escoltado por Werthen�y por una comitiva reducida. En Brasil lo esperará Federico Pinedo, sherpa argentino ante el G20, que volará este domingo hacia allá para participar de las últimas negociaciones sobre la Declaración final. La primera reunión de presidentes está agendada para el 18 a la mañana.

Milei no confirmó aún ninguna bilateral en el marco de G20. Estará casi 48 horas en Río de Janeiro, con una agenda ajetreada por la dinámica que impone la propia Cumbre. El organismo está integrado por 19 países más la Unión Europea y la Unión Africana.

El Acuerdo con la Unión Europea

En relación con el Acuerdo del Mercosur con la UE, no se descarta que existan reuniones entre los representantes de ambas partes para acelerar las negociaciones finales. Aunque se descarta que firmen el pacto en Brasil. Según pudo conocer Infobae a través de fuentes de ambos bloques, se apunta a rubricar el pacto en la cumbre del Mercosur que se hará el 5 de diciembre en Montevideo, para traspasar la Presidencia Pro Tempore de Uruguay a Argentina.

“Hay muchos avances. Estamos optimistas�de que se pueda cerrar todo en la cumbre de Montevideo”, explicó a este medio un diplomático de Itamaraty y ahondó: “Las negociaciones siguen. Hay algunos puntos que aún están abiertos, pero fue posible achicar diferencias entre los negociadores durante las últimas semanas y hubo bastante progreso”.

Fuente: Infobae

Rivero. C

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