Inclusión laboral histórica: San Juan inaugura su primera cooperativa de personas con discapacidad
La provincia de San Juan marcó un precedente en inclusión sociolaboral con la creación de Santa Josefina, la primera cooperativa integrada exclusivamente por personas con discapacidad.
Este innovador proyecto, centrado en la panificación, nació de la iniciativa de un grupo de padres que buscan generar oportunidades laborales dignas y autónomas para sus hijos.
Un modelo de trabajo inclusivo y sustentable
Santa Josefina representa un avance significativo en el camino hacia la inclusión. Según explicó la directora de Asociativismo, Luciana Mestre, el cooperativismo permite «el desarrollo de capacidades autónomas, la autogestión y la emancipación económica de las personas con discapacidad».
Los integrantes de la cooperativa fueron capacitados en Manipulación de Alimentos mediante un curso especialmente adaptado para garantizar su accesibilidad. Este programa, impulsado por la Dirección de Políticas para la Equidad y la Dirección de Personas con Discapacidad, incorporó ajustes curriculares inéditos, lo que permitió a los jóvenes obtener una certificación oficial que avala su trabajo.
Reconocimiento institucional y comunitario
En el acto de entrega de matrículas, autoridades provinciales celebraron la creación de esta y otras cinco cooperativas nuevas, destacando la importancia del cooperativismo en la inclusión social y el desarrollo económico. La directora de Personas con Discapacidad, Paula Moreno, elogió el esfuerzo colectivo detrás de Santa Josefina:
«Es un orgullo contar con la primera cooperativa conformada por personas con discapacidad. Ustedes serán una inspiración y un ejemplo para otros padres y comunidades en nuestra provincia.»
El subsecretario de Desarrollo Social, Miguel Blanquier, también destacó el impacto positivo que tendrá esta iniciativa tanto en sus miembros como en la economía local.
Un desafío para el futuro
Santa Josefina simboliza más que una oportunidad laboral: es un paso hacia la igualdad de derechos y el reconocimiento de las capacidades de las personas con discapacidad. Este hito abre la puerta para replicar modelos similares en otros sectores productivos, promoviendo una sociedad más inclusiva y equitativa.
La matrícula formal otorgada asegura que la cooperativa pueda acceder a programas de financiamiento, capacitación y otros recursos esenciales, fortaleciendo su sostenibilidad y capacidad de impacto a largo plazo.
Con esta experiencia, San Juan no solo consolida su compromiso con la inclusión, sino que también genera un precedente que puede transformar la visión del trabajo para personas con discapacidad en todo el país.
Op: Juan Llarena
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