Al menos un soldado libanés murió y otros 18 resultaron heridos este domingo en un nuevo ataque aéreo israelí contra un cuartel del Ejército del Líbano de Al Ameriya, en la zona costera al sur del país, que fue «gravemente dañado» en el ataque, y elevó la cifra de militares libaneses muertos a 41 desde octubre de 2023, un día despues de la oleada de bombardeos en el Líbano.

El ataque fue denunciado en un comunicado de las Fuerzas Armadas libanesas, en el que denunciaron que «el enemigo israelí» atacó el campamento, situado en la ruta que conecta Al Qalila con Tiro, a unos 10 kilómetros al norte de la frontera con Israel, causando la muerte a uno de sus soldados.

La explicación

El Ejército israelí, por su parte, reconoció su autoría del ataque mediante un comunicado, en el que aseguró que la zona es parte del terreno activo de combate contra el movimiento propalestino, e indicó que los hechos serán investigados.

«El incidente tuvo lugar en una zona donde se están librando combates contra la organización terrorista Hezbolá», reza el comunicado castrense, publicado por el Times of Israel.

En el texto, las fuerzas israelíes recalcan, como han hecho en todo ataque contra el ejército local -que se mantiene fuera de su enfrentamiento con Hezbolá, que el objetivo del ataque no era la milicia del Líbano, sino el movimiento chií.

Disculpa

«El Ejército lamenta el incidente y aclara que están luchando de manera selectiva contra la organización terrorista Hezbolá, y no contra el Ejército libanés», concluye el comunicado.

El primer ministro libanés, Najib Mikaticondenó el ataque y reiteró que la comunidad internacional debe presionar a Israel para que detenga acciones violentas en su país.

«El ataque del enemigo israelí de hoy contra un cuartel del Ejército en el sur (…) representa un mensaje sangriento de rechazo directo de todos los intentos y comunicaciones actuales para alcanzar un alto el fuego», aseveró Mikati en un comunicado, en medio de los intentos de frenar el enfrentamiento armado entre Israel y el grupo islamista.

Frente a la respuesta israelí a las denuncias del ataque, el mandatario expresó su frustración e insistió que el ataque supone un obstáculo en un posible alto al fuego. «Los mensajes del enemigo israelí, que rechazan cualquier solución, continúan y están escritos con sangre libanesa, en un rechazo descarado a la solución que se está discutiendo», ha lamentado el primer ministro en un mensaje publicado en la red social X.

Involucramiento forzado

A pesar de su posición imparcial en el conflicto, el Ejército libanés se vió involucrado nuevamente en el enfrentamiento entre Hezbolá y las Fuerzas israelíes, una situación cada vez más frecuente desde el comienzo de la «incursión limitada» israelí sobre el terreno del Líbano, el pasado 23 de septiembre.

El miércoles pasado, otro militar murió a raíz de un ataque israelí sobre un vehículo del ejército libanés al sur del país, según informó la propia milicia. En esa ocasión, el Ejército de Israel no dio comentarios al respecto.

Con estos, al menos 41 soldados libaneses murieron en ataques israelíes desde que la guerra estalló en octubre de 2023, a pesar de que las tropas libanesas no son partícipes del conflicto, limitadas a realizar tareas de socorro y monitoreo de la situación.

Retribución

El mismo domingo, el grupo chií libanes reivindicó el lanzamiento de decenas de proyectiles contra más de una veintena de bases militares y asentamientos al norte de Israel, en un repunte de los ataques de la formación.

Al menos cuatro cuarteles generales del Ejército israelí fueron objetivo de los cohetes de Hezbolá, con impactos en los destacamentos de Birya, la principal base de defensa antiaérea, el de Dovev, la base Dado, sede del comando de la Región Norte, y la base de Mishar, el principal cuartel de inteligencia del Estado israelí.

El movimiento proiraní también lanzó varios ataques contra los asentamientos de SafedYir’onKfar BlumAmirKerem Ben ZimraSasaMerón, entre otros. A su vez, reivindicó ataques a formaciones y vehículos militares en la localidad ocupada de Jiam, al sur del Líbano.

El ataque se produjo el día despues de que los bombardeos israelíes segaran la vida de 84 personas e hirieran a otras 213 en diferentes partes del Libano, con principal incidencia en las zonas sur y este del país, asi como la capital.

Con este nuevo recuento, ascienden a 3.754 los muertos y a 15.626 los heridos desde el estallido de las hostilidades entre el grupo chií Hizbulá e Israel, un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza.