El gobierno de Javier Milei echó a más de 100 empleados de un organismo dedicado a monitorear medios y periodistas

El Ejecutivo definió el ajuste de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual (DPSCA). El organismo fue creado por la Ley de Medios, para recibir denuncias contra periodistas.

La decisión fue confirmada a través del Boletín Oficial y destacada hoy por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger

La decisión fue confirmada a través del Boletín Oficial y destacada hoy por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger

El Gobierno decidió el ajuste de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual (DPSCA), un organismo creado por la Ley de Medios encargado de recibir denuncias contra periodistas, y recortó otros 100 puestos de trabajo, en el marco del ajuste. Además, decidió el remate de sus bienes, entre los que se encuentra un estudio de TV móvil.

La decisión fue confirmada a través del Boletín Oficial y destacada hoy por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien en un extenso mensaje en la red social X cuestionó tanto las funciones del organismo como el gasto que significó para el Estado, desde su creación en 2009.

«La DPSCA nació en la ley de medios 26.522 diseñada por el kirchnerismo para doblegar al periodismo independiente (¡ay!… y después critican al presidente @JMilei por sus modales). Una de sus innovaciones era un organismo que recibiría denuncias de la “ciudadanía” contra los abusos del ‘periodismo’”, expresó Sturzenegger. Y luego sostuvo que «desde su creación en 2009 los argentinos hemos contribuido 70 millones de dólares para sostener este organismo que juntaba denuncias (muchas repetidas con el mismo texto por centenas) en contra de periodistas críticos del kirchnerismo (…) Para tener una idea de los montos involucrados, en 2023 cada denuncia le costó al contribuyente unos 1,5 millones de pesos».

Asimismo, denunció: «Entre otros dislates, este cuerpo tenía un estudio de televisión portátil con el que se recorría la costa en temporada estival, invitando a los chicos a participar en un adoctrinamiento en contra de los críticos del kirchnerismo». Ese estudio será rematado.

Sturzenegger informó que la planta de personal por la resolución se «reducirá de 144 empleados a 40, aliviana la estructura, remata el estudio de televisión y restringe el uso del organismo como herramienta de persecución». Y anticipó: «De cualquier manera el Congreso se debe el debate sobre si queremos este tipo de instituciones. Quiero destacar esta resolución, porque hay un debate sobre el estilo del gobierno para relacionarse con la prensa. El estilo del presidente, en particular, es frontal, abierto y transparente.»

El funcionario aprovechó el tuit para de paso hacer una elogio de las formas de comunicación y el tono que caracteriza al presidente Javier Milei: «Sarmientino podríamos decir, ya que sabemos que Sarmiento era también un debatidor nato y que usaba un lenguaje fuerte. (Por dar un ejemplo en «Las Ciento y Una» Sarmiento le dedica una catarata de insultos a uno de sus más acérrimos contrincantes -nada más y nada menos que a Alberdi, el prócer de los libertarios-, entre ellos los de charlatán mal criado, truchimán, perro de todas las bodas, camaleón, ratoncito, falsificador, traficante, veleta, tonto estúpido, majadero, esponja de limpiar muebles (?), alma y cara de conejo, homme entretrenue -prostituto-, vieja solterona a caza de maridos, y muchos otros irreproducibles para la sensibilidad actual). Me imagino que Sarmiento disfrutaría mucho de nuestro presidente polemista. Ni el gobierno ni el presidente @JMilei rehuyen el debate de ideas. Proponen una discusión abierta y transparente donde se respeta plenamente el derecho de expresarse de todas las partes. Los modos y su contenido serán objeto de evaluación del votante. Pero no se usa el dinero público ni para comprar voluntades ni para amedrentar opositores. Es todo lo contrario de lo que hacía el kirchnerismo que usaba los recursos públicos para disciplinar a la prensa a espaldas de los ciudadanos, pero usando su dinero».

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