Ucrania aceptó este martes una propuesta de Estados Unidos para un alto al fuego con Rusia de 30 días, horas después del mayor ataque de drones ucranianos contra territorio ruso desde que empezó el conflicto hace más de tres años. Washington también se comprometió a volver a suministrar ayuda e información militar a Ucrania tras la decisión del presidente Donald Trump de interrumpir el flujo de armamento y de inteligencia como medida de presión a Kiev para que accediera a negociar un alto el fuego con Rusia.

Luego de un encuentro entre representantes estadounidenses y ucranianos en Yeda, Arabia Saudita, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que Ucrania aceptó «negociaciones inmediatas» con Rusia y que ahora la pelota está del lado de Moscú. El encuentro contó con la participación del ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, pero sin ningún representante de Rusia.Trump dijo que probablemente hable con su par ruso Vladimir Putin esta semana y agregó que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, será bienvenido nuevamente en la Casa Blanca a pesar de la tensa discusión entre ambos el 28 de febrero. La diplomacia rusa «no descarta» contactos con EE.UU. en los «próximos días».

La propuesta de tregua

El acuerdo entre Ucrania y Estados Unidos fue anunciado en la declaración conjunta firmada por ambas partes tras la reuniónÂque las respectivas delegaciones mantuvieron este martes en Arabia Saudita. «Ucrania expresó su disposición a aceptar la propuesta de EE.UU. de declarar un alto el fuego inmediato de 30 días que puede extenderse con el acuerdo mutuo de las partes y que está sujeto a la aceptación y consiguiente implementación por parte de la Federación Rusa», se lee en la declaración, que agrega que EE.UU. le comunicará a Rusia «que la reciprocidad rusa es clave para lograr la paz».

El comunicado conjunto también resalta la importancia de tomar, durante el alto el fuego propuesto, medidas humanitarias como «el intercambio de los prisioneros de guerra, la liberación de los civiles detenidos y el retorno de los niños ucranianos transferidos a la fuerza» a territorios bajo control ruso o a la Federación Rusa. Ambas delegaciones acordaron nombrar a sus respectivos equipos de negociadores para un proceso de paz con Rusia.

Además Washington y Kiev se comprometieron a firmar «lo más pronto posible» el acuerdo para la explotación conjunta de los recursos minerales ucranianos que debe permitir «la expansión de la economía de Ucrania», que el país invadido por Rusia reciba garantías de «prosperidad y seguridad a largo plazo» y que EE.UU. recupere el dinero gastado en apoyar a Ucrania durante esta guerra. La declaración hace constar, además, que

 pidió en la reunión que Europa sea incluida en el proceso de paz.

«Ucrania acepta esta propuesta. Consideramos que es positiva. Estamos preparados para dar este paso», dijo el presidente Volodimir Zelenski en un video difundido en sus redes sociales. Zelenski planteó que EE.UU. «debe convencer a Rusia» para que haga lo mismo y el alto el fuego pueda entrar en vigor lo antes posible, y agregó que durante esta tregua de un mes Kiev elaborará junto a sus socios los «documentos de trabajo» necesarios para conseguir «una paz sólida» y «garantías de seguridad duraderas».

Trump hablará con Putin

Marco Rubio, quien participó en la cita, declaró ante la prensa en Yeda que ahora la administración Trump se compromete a presentar la iniciativa de alto el fuego ante las autoridades rusas. «Esperamos que digan que sí. Ucrania quiere dejar de disparar», agregó el representante de la diplomacia estadounidense en unas declaraciones recogidas por la cadena de noticias Fox News.

Por su parte el presidente Trump expresó: «Ucrania acaba de acordar un alto al fuego hace solo un rato. Ahora tenemos que ir a Rusia y esperar que, con suerte, el presidente Putin también lo acepte. Y así podremos poner esto en marcha». «Mañana tendremos una gran reunión con Rusia, y es de esperar que surjan buenas conversaciones. Todos han hecho un gran trabajo», afirmó Trump desde la Casa Blanca, refiriéndose a la delegación estadounidense encargada de las negociaciones en Yeda. En la primera declaración desde el Kremlin, la vocera de la diplomacia rusa María Zajarova dijo que no descarta «contactos con representantes de EE.UU. en los próximos días».

Los de este martes en Arabia Saudita son los primeros contactos de alto nivel entre Ucrania y Estados Unidos desde la visita de Zelenski a la Casa Blanca el 28 de febrero, donde se produjo un enfrentamiento verbal con Trump y su vicepresidente J.D. Vance frente a la prensa y en directo. Posteriormente Washington suspendió su asistencia militar a Kiev y el intercambio de inteligencia, vital para Ucrania en el frente, al tiempo que Trump inició un acercamiento con Rusia.

Desde la Unión Europea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, fueron de los primeros en celebrar el acuerdo. «Se trata de una evolución positiva que puede ser un paso hacia una paz global, justa y duradera para Ucrania. La pelota está ahora en el tejado de Rusia», afirmaron los dirigentes en la red X. El primer ministro británico, Keir Starmer, también habló de «un avance notable» en las negociaciones.

Lluvia de drones en Moscú

La reunión en Arabia Saudita se desarrolló pocas horas después del mayor ataque con drones ucranianos contra Rusia desde que empezó la invasión. Sin embargo las autoridades rusas aseguraron que el ataque, con un balance provisional de tres muertos y 18 heridos, fue un fracaso y anunciaron haber destruido 343 drones, incluidos 91 en la región de Moscú y 126 en la región de Kursk, fronteriza con Ucrania, ocupada parcialmente por fuerzas ucranianas.

Las defensas antiaéreas rusas tuvieron que emplearse a fondo durante la madrugada para repeler la ofensiva, que superó los ataques masivos lanzados por Kiev en enero y febrero de este año. De hecho, fragmentos de drones de ala fija causaron daños en varios edificios de viviendas en la ciudad de 13 millones de habitantes. El vocero presidencial ruso, Dmitri Peskov, destacó que las baterías antiaéreas rusas funcionaron «muy bien», lo que evitó mayores daños. Seis de los drones se dirigían a la central nuclear de Kursk, según el ministerio de Defensa ruso.

«Es otra señal a Putin de que debe estar interesado en el alto al fuego en el aire», dijo en un video publicado en su canal de Telegram el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional de Ucrania, Andri Kovalenko, al referirse al ataque. El funcionario ucraniano no dudó en calificar el ataque con drones como «el mayor de la historia» contra la región capitalina rusa y aseguró que la respuesta de Putin demostrará si Moscú está realmente interesada en la paz.

«Un apoyo sin fisuras al Ejército ucraniano»

Una reunión de jefes militares en París coincidió este martes en que las garantías de seguridad que se den a Ucrania estén vinculadas a la OTAN.ÂLos ejércitos de 36 países occidentales, con la notoria ausencia de Estados Unidos, analizaron en París cómo prevalecer en favor de Ucrania de cara a una eventual negociación y, sobre todo, cómo edificar unas garantías para disuadir en el futuro a Rusia de intentar nuevos ataques.

La reunión de los jefes de Estado Mayor fue a puerta cerrada pero el presidente francés, Emmanuel Macron, quiso dar un mensaje de respaldo político a este primer ejercicio de reflexión técnica y estratégica acudiendo delante de las cámaras a saludarlos. Macron pidió expresamente a los jefes militares «pasar del concepto al plan» para definir garantías de seguridad creíbles y remarcó que llegó el momento de «asumir nuestras responsabilidades» porque «es el momento en que Europa debe poner todo su peso, por Ucrania y por ella misma».

Durante la apertura del foro el ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu, insistió en que el objetivo es que no se pueda repetir el incumplimiento por parte de Rusia de los acuerdos de Minsk que había firmado con Ucrania en 2014 y 2015, y para eso «la primera de las garantías es el Ejército ucraniano». Pero además el ministro francés puso el acento en «un elemento nuevo» que, con un tono eufemístico, llamó «la imprevisibilidad del amigo estadounidense».