Las claves del nuevo acuerdo que el Gobierno nacional busca cerrar con el FMI antes de abril
Con un DNU, la Casa Rosada allanó el camino para una renegociación que incluiría alivios en pagos de deuda y financiamiento adicional. Crecen las dudas sobre su aprobación en el Congreso.
El Gobierno nacional aceleró las gestiones para cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y apunta a que esté firmado y aprobado antes de fines de abril. Se trataría del acuerdo número 23 en los últimos 70 años y contempla un alivio en el cronograma de pagos y financiamiento adicional que reforzaría las reservas del Banco Central.
El decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado esta semana habilitó formalmente la negociación y estableció ciertos lineamientos clave: habrá nuevos desembolsos de dólares y un aplazamiento de los pagos de deuda con el organismo internacional. Además, se prevé un período de gracia de cuatro años y medio, aunque todavía no se especificó el monto exacto del financiamiento extra.
Las estimaciones de mercado apuntan a un programa de entre 20.000 y 25.000 millones de dólares, una cifra que permitiría al Ejecutivo recomprar parte de las Letras Intransferibles en manos del Banco Central. La primera de estas letras vence el 1° de junio por USD 10.000 millones, y el Gobierno necesitaría al menos USD 3.000 millones adicionales del FMI para cancelarla.
Sin embargo, el acuerdo no está exento de tensiones. En el Congreso, la aprobación del DNU podría encontrar resistencia, especialmente en el Senado, donde el oficialismo no tiene mayoría. El exministro de Economía, Martín Guzmán, advirtió que esta vía de negociación puede generar problemas a futuro. “El FMI exige apoyo político para otorgar financiamiento y el Gobierno está evitando el debate legislativo”, criticó.
En el plano técnico, expertos advierten que el FMI podría exigir cambios en la política cambiaria, incluyendo una flotación del tipo de cambio, algo que generaría incertidumbre en los mercados. “No imaginamos una devaluación brusca, pero sí ajustes en la política cambiaria”, sostuvo el analista Adrián Rozanski.
Con el tiempo en contra y el mercado atento a los detalles, el Gobierno busca cerrar filas para asegurar el acuerdo, que se presenta como una pieza clave en su estrategia económica para los próximos años.
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