Golpe a la industria textil: Vicunha vuelve a suspender personal en San Juan por la apertura de importaciones

La baja de aranceles agrava la crisis en el sector. Ya suman más de 20 días de suspensiones en la planta en lo que va del año. El sindicato alerta por el riesgo de más cesantías.

La industria textil sanjuanina atraviesa uno de sus momentos más delicados. La empresa Vicunha, una de las más grandes del sector en la provincia, volverá a suspender a su personal desde el lunes próximo. Con esta medida, ya acumula más de 20 días sin actividad plena en lo que va de 2025, en un contexto de caída de ventas y sobrestock producto del ingreso masivo de productos importados.

La decisión llega luego de que el Gobierno Nacional oficializara, en marzo, una significativa reducción de aranceles a la importación de indumentaria, telas, hilos y calzado, una política que, según alertan desde el sector, está impactando de lleno en la industria local.

La industria textil tiene un presente malo, muy malo”, resumió con crudeza Roberto Vega, secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT) en San Juan. El gremialista confirmó la nueva semana de suspensión en Vicunha y advirtió que la situación se agrava con cada mes que pasa.

“Ya suspendieron una semana a principio de año, otra en mayo, y ahora se repite en junio. Hay stock acumulado y no se vende absolutamente nada”, explicó Vega, quien aseguró que esta preocupación es compartida por los encargados de planta.

Según detalló, el ingreso de prendas y materias primas desde el exterior—muchas veces más baratas que los productos nacionales—ha desatado un freno total en la demanda local. A eso se suma una caída del consumo interno y mayores costos de producción.

Incertidumbre entre los trabajadores

Aunque por ahora no se registran despidos masivos, Vega confirmó entre “dos o tres cesantías con causa”, y reconoció que existe una fuerte preocupación por el futuro laboral de los 450 trabajadores que emplea la planta, entre personal quincenal y mensual.

Vicunha cuenta con áreas de hilandería, tejeduría y tintorería, y ya se observa una merma en la actividad diaria de varias de ellas.

Estamos al día a día, apoyando desde el sindicato, pero se sufre. Mientras después de cada suspensión se retome el trabajo, estamos. Pero no sabemos hasta cuándo”, lamentó el dirigente gremial.

Realidades dispares en el sector

En contraposición, Vesuvio, otra empresa textil instalada en San Juan, no ha registrado suspensiones ni inconvenientes, gracias a su alto nivel de productividad y estabilidad. “Vesuvio nunca ha sido una empresa de parar. Se trabaja normalmente”, señaló Vega.

Este contraste deja en evidencia que el impacto de la apertura de importaciones no es homogéneo en la industria textil. Factores como la competitividad, los canales de comercialización y el tipo de productos fabricados definen el nivel de vulnerabilidad de cada compañía frente a las nuevas reglas de juego.

La situación de Vicunha, sin embargo, no es un caso aislado. A nivel nacional, la preocupación se multiplica entre empresarios, trabajadores y sindicatos que advierten sobre una posible destrucción del tejido industrial si no se revisan las políticas de apertura.

Op: Juan Llarena

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