Brutal asalto en Chimbas: le rompieron la rótula a una mujer para robarle
La víctima fue atacada en la puerta de su casa por dos delincuentes armados. El barrio Conjunto VIII denuncia una ola de inseguridad sin respuesta.

La tranquilidad del barrio Conjunto VIII, en Chimbas, se vio alterada nuevamente por un violento hecho de inseguridad. Gisela Sandovarez, una vecina de la zona, fue víctima de un brutal asalto a mano armada cuando regresaba a su casa. Dos hombres la sorprendieron en la puerta de su vivienda, la golpearon salvajemente y le provocaron una grave lesión en la rodilla.
“Me bajé del remis y salieron dos hombres del baldío. Uno vestía buzo azul, el otro negro. Me apuntaron en la cabeza, me tiraron al piso y me golpearon con un arma en la cara. Después, me patearon hasta romperme la rótula”, relató Gisela, aún con el rostro inflamado y con dolor físico y emocional.
El ataque ocurrió en pleno día, en una esquina ya señalada por los vecinos como zona crítica. “Ese baldío es tierra de nadie. Se escapan por ahí, la policía no entra porque está lleno de yuyos y basura”, explicó la mujer.
La escena fue desesperante. Mientras su amiga logró refugiarse en una ampliación de la vivienda, Gisela intentó defenderse. Arrojó su celular al techo para evitar que se lo llevaran, pero eso enfureció aún más a los atacantes. Uno la persiguió, la tiró al piso y comenzó a patearla con fuerza, provocándole la fractura de rótula.
“Salí corriendo a pedir ayuda a los gritos, pero él me alcanzó. Me defendí con las llaves, pero me tiró de nuevo al piso y ahí me pateó con todo. Caí tan fuerte que se me rompió la rótula”, contó.
Gisela ya radicó la denuncia policial, aunque reconoció que la respuesta estatal es escasa. “A la noche no hay nadie. La policía en bicicleta pasa hasta las 10, después quedamos a la deriva. No hay garita ni vigilancia”, lamentó.
La mujer no es la única afectada. En solo una semana, asegura que al menos tres vecinos de su misma cuadra también fueron asaltados, incluso dentro de sus propias casas. “A dos mujeres se les metieron en la casa esta semana. A una la golpearon, a otra le robaron el celular. A las 2 de la tarde, en la misma esquina donde me atacaron a mí, tiraron al piso a un señor, lo apuntaron con un revólver y un cuchillo, y también le robaron”, denunció.
La situación se ha vuelto insostenible para los residentes. “Vivimos encerrados. Ya no podemos salir a trabajar tranquilos, ni dejar que los chicos anden en la calle. Nos están rodeando, y nadie hace nada”, expresó con impotencia.
Desde el barrio piden urgente presencia permanente de la Policía, limpieza de baldíos y patrullajes más activos, especialmente de noche. Mientras tanto, Gisela espera nuevos estudios médicos para saber si deberá ser operada por la lesión que le dejó un acto de violencia que podría haberse evitado.
POR LIC. EUGENIA VILA


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