Milei volvió de Oslo y habilitó el envío de la reforma laboral al Congreso

El presidente Javier Milei regresó este jueves por la mañana de su viaje relámpago a Oslo, donde participó de la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz. Sin lograr finalmente reunirse con la dirigente venezolana María Corina Machado debido a problemas de agenda, el mandatario aterrizó en Aeroparque minutos después de las 8. Allí lo esperaba su jefe de Gabinete, Manuel Adorni, con el texto definitivo de la reforma laboral que el Gobierno enviará al Congreso en las próximas horas.

La iniciativa es una de las piezas centrales del paquete legislativo elaborado en el marco del Consejo de Mayo. Aunque varios proyectos ya estaban listos —Presupuesto 2026, Principio de Inocencia Fiscal, Compromiso de Estabilidad Fiscal y Monetaria, Ley de Glaciares y el nuevo Código Penal— la reforma laboral fue la última en cerrarse. Según fuentes oficiales, algunas de sus cláusulas generaron intensas discusiones internas hasta el último momento, incluso mientras Milei se encontraba en el exterior.

El eje más controvertido giró en torno a la limitación de las cuotas solidarias, un mecanismo que permite a los sindicatos financiarse con descuentos acordados en convenios colectivos y aplicados a todos los trabajadores, estén o no afiliados. La gestión libertaria buscaba que ese aporte quedara sujeto a la aceptación expresa del empleado, pero finalmente decidió retirar ese artículo para evitar un conflicto frontal con la cúpula sindical.

Aun así, el texto incluyó una modificación relevante: que el pago de las cuotas de afiliación, actualmente una obligación para las empresas que deben retenerlas y girarlas a los gremios, pase a ser optativo “siempre que medie conformidad expresa del trabajador y acuerdo entre las partes”.

Además de esta iniciativa, Milei aún debe rubricar otros proyectos del Consejo de Mayo vinculados a la apertura comercial y la reducción del gasto público. Sin embargo, estos no serán tratados durante las sesiones extraordinarias, por lo que no figuran entre las prioridades inmediatas del Ejecutivo.

La Casa Rosada sí considera clave avanzar con la reforma laboral en el Senado. Para defenderla ante los legisladores, designó a tres funcionarios como voceros oficiales: el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Maximiliano Fariña; y el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Todos ellos participaron activamente en la redacción del proyecto y podrían ser convocados por la comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara Alta, que aún debe conformarse tras el recambio parlamentario.

La jefa del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich, aspira a presidir esa comisión. Fue una de las impulsoras del ingreso del proyecto por el Senado, con la intención de inaugurar su mandato legislativo con la aprobación de esta reforma como hito político.

Mientras tanto, el ministro del Interior, Diego Santilli, continúa su ronda de reuniones con gobernadores para sumar apoyos al paquete legislativo. Este miércoles recibió en la Casa Rosada a los mandatarios de Catamarca, Raúl Jalil, y de San Juan, Marcelo Orrego, quienes manifestaron un fuerte interés en la Ley de Glaciares. Del encuentro participaron también Adorni y la secretaria de Legal y Técnica, María Ibarzábal.

Según fuentes del Ejecutivo, la conversación incluyó avances sobre el Presupuesto 2026, que Diputados buscará dictaminar la próxima semana para llevarlo luego al recinto. Este jueves, Adorni y Santilli recibirán además al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, uno de los referentes del peronismo que se distanció de Unión por la Patria y analiza conformar un interbloque federal.

Con el proyecto ya firmado y el tablero político en movimiento, la Casa Rosada apuesta a que la reforma laboral sea la primera victoria legislativa de Milei en este ciclo de extraordinarias.