LAS 5 PRUEBAS ECONÓMICAS QUE TENDRÁ QUE AFRONTAR EL PRÓXIMO PRESIDENTE TRAS EL BALOTAJE

Con dos modelos de país en disputa, es que la economía argentina llega al balotaje cargada de nuevos desafíos que tendrá que afrontar el próximo presidente.

A solo minutos de que cierren los comicios que determinarán quién es el próximo presidente de los argentinos, es que Ámbito se propuso recopilar las 5 pruebas clave que tendrá que afrontar el nuevo Gobierno tras el balotaje. Será clave no solo saber quién resultará electo sino también con qué discurso abrirá un nuevo capitulo en la historia política de este país.

Dólar oficial, crawling peg y el miedo a una devaluación abrupta

Cabe resaltar que el Gobierno descongeló el miércoles el dólar mayorista y retomó el crawling peg (el sistema de microdevaluaciones diarias). Esto sucedió luego de que el martes se cumplieran los tres meses desde oficialmente se devaluó un 22% y se ancló el tipo de cambio en $350. ¿Cuánto depende de las elecciones del domingo que se sostenga estas microdevaluaciones diarias?

Para Walter Morales, Presidente de Wise, consultora en negocios: «Esta devaluación del 3% mensual es para la tribuna política porque con el atraso que tenemos y con inflación que de piso es del 8,30%, no podés tener un crawling peg que solamente representa un tercio. La brecha cambiaria se va a ir arriba de 200% y cuando la brecha cambiara es tan grande no se hace negocios económicos, se hacen negocios financieros».
Desde Romano Gruop adelantaron que un triunfo de Javier Milei junto con un discurso muy duro en cuanto a su plan de gobierno podría presionar una fuerte devaluación: «La salida del cepo cambiario podría ser inminente y a pesar de que el ministro de economía Sergio Massa, quiera evitar la devaluación, creemos que el mercado le torcerá el brazo. Posiblemente, la brecha podría llegar a niveles superiores al 200% si el BCRA no decide el día post balotaje devaluar».
Para Claudio Caprarulo, director de Analytica, “el domingo se define quién y cómo va a resolver la situación económica y el atraso cambiario: una política más de shock, en el caso de Milei, mientras la de Massa parece ser más gradual”. No obstante, aseguró que “gane quien gane, se inicia una nueva etapa”, marcada por la necesidad, entre otras, de equilibrar el mercado cambiario y resolver los desbalances en los precios relativos, dos elementos que “obligan a modificar la política económica”

Magras reservas y la necesidad de acumular dólares

El economista y director de Anker Latinoamérica, Martín Vauthier, describió en diálogo con Ámbito que “la economía llega a las elecciones con una fuerte fragilidad y con reservas muy deterioradas en el Banco Central (BCRA), en tanto que el déficit cuasifiscal es muy elevado”. Todo eso, se traduce en presiones sobre el tipo de cambio muy fuertes.

Por su parte, el analista Christian Buteler planteó que “la economía que viene va a ser muy desafiante para saber cómo se logra salir de los actuales desequilibrios macroeconómicos, en un contexto en el que el sistema cambiario está agotado y la financiación del Gobierno está también en una situación compleja”. Si bien es un escenario complejo, Buteler anticipó que, “a favor, hay que decir que vamos a tener una situación más benigna”.

Al respecto mencionó que la cosecha va a ser mejor, porque la sequía de este año fue muy fuerte y las condiciones climáticas serán más beneficiosas, asimismo, anticipó que el Gasoducto Néstor Kirchner va a permitir importar menos gas y eso va a implicar un gasto considerablemente menor al que tenemos hasta ahora en ese frente. La economía llegó a las elecciones con alta fragilidad debido al deterioro del balance del Banco Central, pero podría haber aire para acumular reservas.

Inflación, acuerdo de precios y el fantasma de la hiper

Para el Jefe de Research de Ecolatina Santiago Manoukian la medición de noviembre va a estar influida por «el arrastre que dejó octubre, porque cuando uno toma el IPC del Ministerio de Economía nos da un 5,7%, aproximadamente». «Eso sumado al impacto de la generalización del desdoblamiento cambiario vía dólares portador, que fue a finales del mes pasado, y subió el tipo de cambio efectivo de la Economía y las restricciones al pago de importaciones que profundiza la incertidumbre sobre los costos de reposición», añadió.

El economista también mencionó el factor político: «Claramente impactará lo que puede ocurrir el después del día de las elecciones porque gran parte del andamiaje de acuerdos que se vienen realizando y de congelamiento se hicieron para poder llegar sin irrupciones al balotaje. Después queda un poco ver que puede pasar, ya sea que siga Massa o también si gana Milei, si va a haber cooperación en la transición una mayor inestabilidad».

«No somos optimistas en cuanto a que el descenso se sostenga en el tiempo; más bien entendemos que se trata de un nuevo piso, siempre más alto que el anterior (6% en junio y julio). Una inflación núcleo navegando en 8,8% mensual equivale a una tasa anualizada del 175%», indicaron desde lcg y añadieron: «Para noviembre esperamos nuevamente una aceleración de la inflación minorista».

Según mencionaron, después de las elecciones del 19 deberían empezar a descongelarse alguno de los precios reprimidos hasta ahora, entre ellos el dólar oficial, cuotas de medicina prepaga, combustibles y los incluidos dentro del programa Precios Justos. «Esperamos un registro de inflación por encima de los dos dígitos en noviembre», cerraron desde esta consultora.

«Los datos de nuestro relevamiento de precios para la primera semana de noviembre mostraron una fuerte aceleración, generalizada pero con gran énfasis en alimentos y bebidas. En lo que va de la segunda semana hubo una moderación, aunque concentrada en rubros como indumentaria y productos electrónicos, que se vieron incluidos en el Cyber Monday; los alimentos y bebidas no mostraron ese comportamiento. De esta forma, el acumulado de cuatro semanas se ubicó en 10,8%, lo que sugiere que la inflación del mes tiene un piso de 10%«, indicó CyT Asesores Económicos.

«Sigue siendo un dato preocupante y de cara a noviembre esperamos ver una nueva aceleración (nuestra proyección para el mes es de 12,2%), con el descongelamiento de muchos precios y la incertidumbre de un escenario electoral que se perfila casi como un empate técnico», dijo Rocio Bisang, economista de Eco Go a su turno.

Para cerrar, Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, dio su proyección: «Nosotros vemos un poco más de inflación que en octubre, pero ahí rozando dos dígitos. Si gana el oficialismo los acuerdos de precios persistirían entonces tenés más chance de que la inflación sea un poco más moderada o se acelere menos respecto que si hay un cambio de gobierno».

«Además algunos regulados como una nafta se empezaron a mover, lo mismo el tipo de cambio oficial que es muy lentamente empezaría a despertarse. Por último, el dólar exportador hizo que muchos bienes y servicios que se exportaban al oficial ahora pasan a liquidarse 70-30-30 del CCL y eso es una especie de evaluación implícita y eso puede impactar en los precios internos de esos bienes que se comercializan en el exterior», finalizó el economista.

Desequilibrios macroeconómicos, déficit fiscal y pobreza

Martín Polo, estratega en jefe en Cohen, lo describió de esta forma: “El mercado y la población están cada vez más preocupados por la falta de crecimiento, elevadísima inflación, desequilibrio en el mercado cambiario y falta de reservas internacionales”. Según el especialista, son todas consecuencias de un mal mayor: persistente déficit fiscal, agravado por “presión impositiva récord” y “falta de financiamiento voluntario, que lleva a financiarse con más emisión”.

En ese sentido, advierte que el próximo gobierno llegará con un déficit primario inercial “en torno al 3% del PBI, que se extiende a casi 5% si consideramos los intereses” y precios “viajando por encima del 10% mensual”, sin considerar “muchos ajustes de precios relativos pendientes”, como las tarifas de servicios públicos. En todo este panorama, hay un dato insoslayable para el especialista: el panorama social, con un fuerte incremento de la pobreza, “que superaría el 45%”, y de la indigencia.

Para Gustavo Ber, economista y titular del Estudio Ber, el panorama económico de base también “es complejo y delicado”, por lo cual un plan estabilizador “es urgente”, en vista a los serios desafíos acumulados.

La credibilidad del mercado y la deuda soberana

Paula Gándara, directora de Inversiones de Adcap Asset Management: ”El mercado va a evaluar la gobernabilidad del nuevo gobierno, ya que se enfrentará a la necesidad de plantear un plan de estabilización y reformas estructurales con un alto nivel de gobernabilidad para que el mercado piense que el programa es confiable”, asegura en diálogo con Ámbito.

“Lo que los inversores buscan son certezas y reducir la incertidumbre”, aseveró el estratega en jefe de Cohen. Para lograrlo, aunque la exposición a factores exógenos como riesgos climáticos y/o geopolíticos exceden a la política económica, la clave “será un plan fiscal que apunte a reducir el déficit sin aumentar la carga tributaria” y en el plano monetario “una nueva política cambiaria que vaya reduciendo el control de cambios”.

En diálogo con ÁmbitoRafael Di Giorno, Director Ejecutivo de Proficio, aseguró que para analizar qué podría suceder con la deuda soberana en dólares hay que pensar en 4 escenarios posibles. «Podría pensarse en un Milei con terapia de shock o un Milei gradualista. Lo mismo por el lado de Massa, si es un Massa que se inclina a tomar medidas promercado o un Massa que se inclina por continuar con esta gestión«, describió.

¿En qué contexto político subirían y en cuál bajarían? Para el experto avanzarían, si gana el libertario y va hacia una versión gradualista y en el caso del candidato de Unión por la Patria, si Massa se inclina por medidas promercado. Igualmente, Di Giorno remarcó que el escenario predominante es de incertidumbre.

Fuente: Ámbito

Op: Rivero Cecilia

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