Oscar Oszlak: «No hay estudios que establezcan que el sector privado es más eficiente que el Estado»
El politólogo, especialista en administración y políticas públicas, fue galardonado con el título de «Investigador de la Nación Argentina» que le otorgó el Gobierno nacional.
El politólogo Oscar Oszlak, uno de los intelectuales argentinos más destacados de América Latina, con una amplia repercusión internacional en el campo de los estudios sobre Estado, administración y políticas públicas, afirmó este lunes que «no hay estudios que establezcan que el sector privado es más eficiente que el Estado», al ser consultado en el marco de la distinción como «Investigador de la Nación Argentina» que le otorgará el Gobierno nacional.
«Me sorprende esta distinción, son muchos años de trabajo, tal vez fue por la persistencia de seguir a esta edad siendo vigente, porque todavía sigo produciendo, tengo un libro reciente, sigo investigando y escribiendo periodísticamente», dijo a Télam Oszlak, de 87 años, al ser consultado por el premio, que es el máximo galardón que se entrega a la persona más sobresaliente del sistema científico nacional, mientras se encontraba en Córdoba, recibiendo también un Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad Nacional homónima, el cuarto título honorífico en su haber.
La distinción «Investigador de la Nación Argentina» fue anunciada este lunes a través de la resolución 844/2023 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación junto a los premios Houssay, Houssay Trayectoria y Sábato en el Boletín Oficial, y reconoce a quienes contribuyeron a lo largo de su carrera científica a producir nuevos conocimientos, desarrollar innovaciones de impacto social y productivo, promover la transferencia de conocimiento y la formación de recursos humanos.
Su trayectoria
Oszlak es originariamente contador y licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Luego realizó estudios de posgrado en la Universidad de Harvard, obtuvo su doctorado (PhD) en Ciencia Política en la Universidad de California, en Berkeley, y su doctorado en Ciencias Económicas en la UBA.
Asimismo, fue presidente de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) e Investigador Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet ).
A su vez, fundó junto a otros colegas el Centro de Estudios sobre Estado y Sociedad (CEDES) donde actualmente es investigador, y fue el creador y director de la Maestría en Administración Pública de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En 2021, recibió además el Premio «Transition and Developing Economies Award», otorgado por la International Public Policy Association, entre otras distinciones.
Como Investigador de la Nación Argentina, Oszlak recibirá una medalla de oro y $ 5.200.000.
«Estamos en una encrucijada muy particular de la historia política argentina», consideró el experto sobre la situación actual del país.
Y agregó que «hay ciertas semejanzas -del presidente electo, Javier Milei- con algún gobierno del pasado, como puede ser el caso de Carlos Menem, por la singularidad del personaje que ha llegado a la Presidencia, por ciertos rituales, ciertos mensajes, pero no sabemos cuál es el Milei que va a estar gobernando. Es muy difícil poder adelantar absolutamente nada sobre el tipo de medidas que se va a tomar».
«La singularidad es que estamos frente a un cambio importante de régimen político», resumió.
Las privatizaciones
Respecto al plan de privatizaciones que manifestó el presidente electo y su difundida frase de que «todo lo que pueda estar en manos del sector privado va a estar en manos del sector privado», Oszlak enfatizó: «No estoy de acuerdo».
«Conozco bien la experiencia de muchos países del mundo, incluso la experiencia norteamericana, ellos también siempre se escudan en que ‘lo privado es lo que realmente vale’, o que tiene mayor posibilidades de funcionar con eficacia o eficiencia, pero eso no es cierto», desmintió.
Y, al respecto, precisó que «el Estado norteamericano vive sobre la base de empresas privadas que trabajan exclusivamente al servicio del Gobierno federal norteamericano y tiene dos millones de funcionarios y unos diez millones de personas que trabajan además para el aparato federal».
«No hay ninguna justificación, ni hay estudios definitivos que establezcan que el sector privado es más eficiente que el Estado», remarcó el especialista.
Además, dijo que «la ‘gran Argentina’ a la que se refiere Milei, de fines del siglo pasado, se hizo justamente a raíz del Estado y no del sector privado».
Sobre el impacto que pueden provocar estas políticas privatizadoras en caso de implementarse, recomendó «mirar la experiencia privatizadora argentina, desreguladora del Estado de los años ’90, que condujo a una crisis terminal del país».
«Esa experiencia debería ser válida para enseñarnos qué es lo que se debe y no se debe hacer», subrayó.
Entre sus más recientes publicaciones se encuentran «El Estado en la Era Exponencial»; «Desafíos de la Administración Pública en el contexto de la Revolución 4.0. Buenos Aires»; «La Trama oculta del poder: reforma agraria y comportamiento político de los terratenientes chilenos, 1958-1973»; y «Merecer la Ciudad: los pobres y el derecho al espacio urbano», entre otras.
Su investigación sobre el Estado
Su libro «La formación del Estado argentino», que cuenta con varias ediciones, es considerado una de las obras más destacadas de la ciencia política argentina, y «abrió un campo de investigación histórica sobre el Estado», precisó Oszlak.
También realizó una labor destacada de consultoría internacional y trabajó en proyectos en todos los continentes.
Entre sus mayores aportes al sistema científico nacional, mencionó la creación de categorías analíticas sobre el campo de las ciencias sociales, particularmente de Ciencias Políticas, interpretaciones de los procesos históricos y el análisis de políticas públicas.
En ese aspecto, también diagnosticó que en la actualidad «el mayor problema del Estado argentino es su deformidad más que su hipertrofia», y dijo que «hay una especie de síndromes de sobrantes y faltantes», porque «hemos tenido gobiernos de diferentes signos políticos, dictaduras militares, gobiernos democráticos y, cada gobierno se casa con una burocracia y genera hijos institucionales, que son hijos directos durante el período de gobierno, pero nunca desaparecen del todo y entonces se van generando residuos institucionales y la burocracia termina convirtiéndose en un gran cementerio de proyectos políticos».
En cuanto a los puestos sobrantes, precisó que «generalmente son de baja calidad», y los puestos faltantes, «son puestos de calidad y de responsabilidad».
«Es muy importante producir la redistribución interna. Además hay puestos que corresponden a trabajadores que tienen la misma calificación, la misma experiencia y ganan salarios diametralmente diferentes, de manera que hay una enorme deformidad, en varios sentidos», puntualizó.
Por último, consideró que debemos aspirar a «tomar en serio» a la administración pública y a «estudiarla en profundidad», porque «nunca se ha hecho esa tarea de planificación de lo que debe hacerse con el Estado. Siempre ha sido un terreno de improvisación y debemos terminar de una vez por todas con la improvisación. No hay una evaluación de la gestión pública y no hay planificación de lo que debe hacerse. Hay que incorporar esas dos dimensiones temporales que son significativas y no tener un presente continuo», concluyó.
La ceremonia de premiación se realizará el viernes 1 de diciembre a las 16 en el Centro Cultural de la Ciencia (C3), ubicado en Godoy Cruz 2270, Ciudad de Buenos Aires.
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