NI DÓLARES, NI PLAZO FIJO, NI CEDEARS: LA MEJOR ALTERNATIVA ACTUAL DE INVERSIÓN

Con una inflación sin control, crece el interés por parte de los inversores de instrumentos que generen rentabilidad en moneda extranjera.

 

Invertir dinero en plazo fijo o comprar dólares para atesorarlo suelen ser las dos opciones más comunes para mitigar el efecto de la inflación local, aunque en el último tiempo se ha destacado el oro (ya sea de forma física o digital) como también los Cedears, aunque estos últimos suelen traer asociado un mayor nivel de riesgo.

Sin embargo, existe una inversión que ha superado a las opciones anteriormente mencionadas, exceptuando algunos Cedears particulares, y es la inversión en el sector agrícola y ganadero, el cual ha generado grandes rendimientos en dólares en lo que va del año.

¿Cómo invertir en el sector agropecuario y cuál es la rentabilidad?

Omar de Lucca, consultor de economía y finanzas, explica a este medio que invertir en «economía real» es una gran opción para el ahorrista promedio. «Hoy las personas pueden invertir desde u$s 500 en adelante, e incluso existen opciones en pesos, desde $100.000, en el que la empresa utiliza ese dinero como capital de trabajo y las personas obtienen una determinada rentabilidad a 30 días, similar a un plazo fijo», señala.

En este sentido, el experto señala que existen distintos horizontes de inversión: «Si se invierte a corto plazo en dólares, es decir, aproximadamente a un año, la rentabilidad promedio es del 12% anual, mientras que a un mediano plazo, 2 años, se eleva al 14% y, a largo plazo, es decir, 3 años o más se eleva al 16% e incluso 17% anual».

Con respecto a los riesgos, el consultor destaca que, en un país «normal» el riesgo es muy bajo, ya que se paga las rentabilidades previamente acordadas, mientras que en el caso de Argentina los mayores riesgos estarían en, por ejemplo, un freno a las exportaciones. «En el caso de las empresa que estén integradas verticalmente se puede cubrir las posibles pérdidas de determinadas unidades de negocios con rentabilidades de otras unidades. Sin embargo, es importante aclarar que no existen instrumentos libres de riesgo, mucho menos en Argentina», advierte el especialista.

Uno de los principales riesgos de invertir en este sector sería un eventual freno a las exportaciones

En cuanto al perfil, el analista considera que principalmente es atractivo para pequeños y medianos ahorristas. «El procedimiento para invertir es muy sencillo. Las personas se registran en plataformas como Gestión Agrosurmax, seleccionan el proyecto que más les gusta y/o se adapta a sus necesidades e invierten el dinero, sin importar en qué parte del país estén», enfatiza.

Teniendo en cuenta estos datos, una persona que invierte u$s 1.000 a un año obtendría, aproximadamente, u$s 1.120, de los cuales u$s 1.000 es el capital original y u$s 120 los intereses del período.

Las inversiones inmobiliarias ganan terreno en un contexto económico particular

En línea con las inversiones anteriormente mencionadas entran en juego los inmuebles rurales que han ganado popularidad en los últimos meses, incluso en un contexto de sequía. Según los expertos, esto se debe a que, históricamente, el sector inmobiliario se ha mostrado como una gran opción para aquellas personas que cuentan con grandes capitales y no solo buscan obtener un rendimiento, sino también estabilidad.

Es decir, en los últimos años los terrenos e inmuebles se han mostrado como un activo de reserva de valor incluso por encima de otros «clásicos» como el oro.

Federico Nordheimer, director ejecutivo de Nordheimer Campos y Estancias, explica a iProfesional que el mínimo para obtener una rentabilidad es de u$s 500.0000, por lo que no es una opción «para todos». En el caso de contar con un capital inferior lo único que se suele conseguir son chacras, ideales para pasar tiempo de relax, pero no para obtener una rentabilidad mensual (al menos en el mercado agropecuario y ganadero).

La inversión mínima aproximada para un inmueble rural es de u$s 500.000

Con respecto al perfil de los inversores, Nordheimer argumenta que «son personas humanas que cuentan con un capital ‘elevado’ para otro tipo de inversiones en el mercado inmobiliario como departamentos destinados al alquiler y son reacios a invertir en la bolsa o mercados con cierta volatilidad», argumenta.

«Hoy diría que el 80% de los que están comprando son productores de campos cercanos. Nos ha pasado con clientes que tienen varios campos y venden uno que les queda lejos para comprarse uno cerca, entonces están empezando a nuclearse», añade.

En este sentido, el agente inmobiliario sostiene que, si bien algunas de estas personas invertían en la bolsa para obtener rendimientos superiores, en el 2020-2021, con a caída de la Bolsa de Estados Unidos, generó que muchas de estas personas volviera a este tipo de activo pasando de una inversión promedio de 1,5 millones de dólares a 3 millones.

Los campos más demandados fueron en zonas como Pergamino, Santa Fe, Balcarce y Tandil, ya que han mantenido su valor y, en algunos casos, han experimentado un aumento significativo. «La demanda constante de tierras de calidad y la estabilidad relativa de los valores en comparación con otros activos han contribuido a esta tendencia. No obstante, la disponibilidad de campos de calidad puede ser limitada, lo que ha llevado a una dinámica de aumento de precios debido a la escasez de oferta en zonas que son naturalmente excelentes para la agricultura y la ganadería», advierte.

Finalmente, el director ejecutivo, recalca que, en el sector ganadero, se han observado buenas oportunidades de inversión, especialmente en el uso de la tecnología para mejorar la producción y la eficiencia.

«Ahora con las bombas solares, que ayudan principalmente a las zonas semiáridas, sacar agua y realizar los pastoreos es mucho más fácil y eficaz. Esto sugiere un potencial significativo para aquellos interesados en campos ganaderos y negocios mixtos», concluye.

Fuente: San Juan 8

Op: Rivero Cecilia

Los comentarios están cerrados.