Los venezolanos votaban este domingo en un referendo consultivo con el que el Gobierno busca fortalecer un centenario reclamo sobre el Esequibo, un territorio rico en petróleo y minerales, bajo control de Guyana.
Unos 20,7 millones de venezolanos, de una población de casi 30 millones, están habilitados a participar de la consulta no vinculante, que no es sobre autodeterminación, ya que este territorio de 160.000 km2 es administrado por Guyana y sus 125.000 habitantes no votan.
Venezuela ha dicho que con este referendo busca reforzar su credibilidad y reivindicar su reclamo de soberanía, y niega que que se trate de una excusa para invadir y anexar a la fuerza la zona, tal como teme Guyana.
La votación iba a cerrar en principio a las 18 (las 19 en Argentina), pero poco antes de ese momento fue prorrogada por dos horas.
«En virtud de que a las seis de la tarde siguen ciudadanos en las colas, el CNE (Consejo Nacional Electoral) por unanimidad ha decidido prorrogar por dos horas más el proceso electoral», dijo el presidente del organismo, Elvis Amoroso, por la red social X, según los diarios locales El Universal y Tal Cual.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, que busca la reelección en 2024, votó primero en un fuerte militar en Caracas.
«Hoy estamos votando como Venezuela por un solo color, un solo sentimiento. Nuestro voto es para hacer respetar a Venezuela», dijo a periodistas después de votar, acompañado de miembros del Gobierno, informó la agencia de noticias AFP.
«El primer efecto que tiene que tener la voz poderosa en unión nacional de Venezuela es sentar al presidente de Guyana y que vuelva al Acuerdo de Ginebra y a los mecanismos de negociación pacífica», agregó.
En Guyana, el presidente Irfaan Ali aseguró que su país no tenía «nada que temer» frente al referendo.
«Quiero asegurar a los guyaneses que no hay nada que temer en las próximas horas, días, meses», dijo en una transmisión en directo por Facebook desde la zona en disputa.
«Nuestra vigilancia será máxima, pero estamos trabajando sin descanso para garantizar que nuestras fronteras permanezcan intactas y que la población y nuestro país sigan estando seguros».
En tanto, miles de guyaneses formaron cadenas humanas, llamados «círculos de unión», para mostrar su apego al Esequibo, y Ali participó en una de estas manifestaciones.
Muchos vestían camisetas con frases como «El Esequibo pertenece a Guyana» y agitaban banderas del país, informó la agencia de noticias AFP.
Guyana ha pedido a Corte Internacional de La Haya (CIJ), el tribunal de la ONU, que se declare ilegal el referendo, una pretensión que parece igualmente desmedida.
La CIJ resuelve disputas entre Estados y sus decisiones son vinculantes, pero no tiene ningún mecanismo para asegurar su cumplimiento.
La oposición venezolana, mayormente reunida en la Plataforma Unitaria, defiende la soberanía del país sobre el Esequibo, pero rechaza la forma de la consulta y el momento, a las puertas de una elección en la que Maduro se juega la chance de otro mandato.
La disputa por el Esequibo es añeja, pero revivió en los últimos años a partir del anuncio del descubrimiento de importantes reservas petroleras, que la estadounidense ExxonMobbil explota en aguas reclamadas por Caracas, más la presencia militar de Estados Unidos en la zona.
En base a un mapa de la corona de España del siglo XVIII, Venezuela reivindica como propio desde 1844 ese territorio, equivalente a 74,2% de los 214.970 kilómetros cuadrados en poder de Guyana y que nunca estuvo bajo soberanía efectiva española ni venezolana.
Venezuela y Guyana buscaron resolver el conflicto mediante vías que no dieron resultado -un arbitraje en 1899, el Acuerdo de Ginebra de 1966 que promovió negociaciones bilaterales y la gestión de buenos oficios de la ONU, a partir de 1987- pero sin que el asunto se convirtiera en un foco de tensión preocupante para ambos países ni, por lo tanto, para la región.
La situación comenzó a cambiar en 2015, cuando ExxonMobbil anunció el descubrimiento de petróleo en el bloque Stabroek, en el océano Atlántico, que, según el Gobierno de Guyana, contiene reservas por 700 millones de barriles y, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, es la segunda mayor área del mundo con crudo sin explorar.
El referendo consta de cinco preguntas, que incluyen el rechazo al laudo de 1899 y a la jurisdicción de la CIJ, así como el apoyo al Acuerdo de Ginebra de 1966.
También pregunta si están de acuerdo en crear una provincia venezolana llamada «Guayana Esequiba» y otorgar la nacionalidad a sus habitantes.
La primera reacción de Maduro al descubrimiento de petróleo en el Esequibo fue crear cuatro “zonas de defensa integral marítima e insular”, una de las cuales abarca el área “en reclamación”, lo que generó el rechazo de Guyana, pero también de Surinam y la Comunidad del Caribe (Caricom).
El valor de la reserva parecía tal que el Banco Mundial pronosticó en 2020 que Guyana sería el país con mayor crecimiento económico, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuantificó esa evolución en 86%.
El litigio llegó a la CIJ en junio de 2020 y en diciembre el tribunal se declaró competente para entender en la controversia, pese a que Caracas le negaba facultades.
Para entonces, la Caricom había expresado su apoyo a “la soberanía e integridad territorial” de Guyana, mientras Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá se pronunciaron también a favor del pequeño país.
En torno a esta disputa, Brasil reforzó sus fronteras.
Este domingo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo desde Dubai, donde participa en la COP28 sobre el cambio climático, que esperaba «que el sentido común prevalezca del lado de Venezuela y Guyana».
«Si algo que el mundo no necesita, ni tampoco América del Sur, son problemas», señaló Lula.
Por: Rodo Galdeano
Fuente: Télam
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