Murieron 25 personas en un ataque militar ucraniano a una ciudad anexada por Rusia
El Gobierno del presidente Vladimir Putin condenó el ataque ucraniano contra Donetsk.
Al menos 25 personas murieron hoy por un ataque del Ejército de Ucrania contra un mercado de la ciudad oriental ucraniana de Donetsk, que está controlada por separatistas y que Rusia se anexó junto a la provincia circundante, informaron autoridades locales.
En Rusia, el Gobierno del presidente Vladimir Putin condenó el ataque ucraniano contra Donetsk y anunció la captura de una localidad en la provincia oriental y fronteriza de Jarkov, en medio de creciente presión militar rusa en el frente de combates.
El ataque también fue deplorado por el secretario general de la ONU.
En la provincia ucraniana de Donetsk, el gobernador prorruso Denis Pushilin dijo que un bombardeo ruso dejó al menos 25 muertos y 20 heridos en la capital regional, también llamada Donetsk.
Al menos seis proyectiles de calibre 155 mm fueron disparados contra una zona donde se encuentran mercados y un gran número de tiendas, dijo Pushilin, que acusó a Ucrania de lanzar el ataque un domingo porque «es cuando hay más gente».
En Rusia, la Cancillería dijo que el bombardeo se lanzó desde la ciudad de Avdiivka, unos 20 kilómetros al norte de Donetsk, aún bajo control ucraniano.
El secretario general de la ONU, António Guterres, «condena enérgicamente todos los ataques contra civiles e infraestructuras civiles, incluido el bombardeo de hoy en la ciudad de Donetsk», informó esta tarde su vocero, Stephane Dujarric.
El portavoz subrayó que los ataques contra civiles e infraestructuras civiles constituyen una violación del derecho internacional humanitario y deben cesar de inmediato, según la agencia de noticias Sputnik.
La ciudad de Donetsk y un tercio de la provincia circundante, así como gran parte de la vecina provincia de Lugansk, cayeron en poder de separatistas ucranianos rusoparlantes en 2014.
Desde entonces, Donetsk capital fue bombardeada en numerosas ocasiones por el Ejército ucraniano en el marco de una ofensiva que dejó unos 14.000 muertos en esa provincia y en Lugansk hasta febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania.
La protección de los ucranianos rusoparlantes de los ataques del Gobierno central prooccidental ucraniano con sede en Kiev fue uno de los argumentos de Rusia para lanzar su ofensiva, además de acusar de «neonazis» a las autoridades del país vecino.
El año pasado, en medio de la invasión rusa de Ucrania, la provincia de Donetsk fue anexionada por Rusia luego de que sus habitantes aprobaran proclamarla «república» independiente en un referéndum sin reconocimiento ni de Ucrania ni internacional.
«El régimen neonazi de Kiev, apoyado por Estados Unidos y sus satélites, cometió una vez más un acto terrorista bárbaro contra la población civil de Rusia», dijo la Cancillería rusa en un comunicado de condena al ataque de hoy en Donetsk.
Donetsk capital está a solo 20 kilómetros de la línea de frente que separa los territorios de Ucrania controlados por el Ejército ruso de los controlados por el ucraniano, que se extiende por unos 1.000 kilómetros a través de cuatro provincias del este y sur de Ucrania.
Una contraofensiva ucraniana lanzada el año pasado con armas suministradas por Estados Unidos y otros países para recuperar regiones ocupadas por Rusia tuvo muy magros resultados, y el Ejército ruso está ahora a la ofensiva.
En Rusia, el Ministerio de Defensa aseguró también hoy haber tomado una pequeña localidad en la provincia de Jarkov, también ubicada en el este de Ucrania.
«El pueblo de Krakhmalnoye, en la región de Jarkov, fue liberado gracias a las operaciones activas llevadas a cabo con éxito por las unidades del grupo de tropas ‘Oeste’ en el área de Kupiansk», dijo el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Esta localidad, donde vivían unos 45 habitantes antes del inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero de 2022, se encuentra 30 kilómetros al sureste de Kupiansk, también en Jarkov y blanco durante meses de ataques de las fuerzas rusas.
Un portavoz de las fuerzas terrestres ucranianas, Volodimir Fitio, dijo en la televisión ucraniana que la captura de Krakhmalnoye por Rusia «no tiene importancia estratégica».
«Son unas cinco casas. Fueron destruidas por los rusos», aseguró, y explicó que las tropas ucranianas habían sido trasladadas a posiciones de reserva donde «mantienen la defensa, impidiendo que el enemigo continúe avanzando».
El anuncio da cuenta del aumento de la presión en las últimas semanas de las fuerzas de Moscú en el frente.
El jueves pasado, el Ejército ruso había anunciado la toma de otra pequeña ciudad, Veseloye, en Donetsk.
Frente a la presión rusa, las autoridades ucranianas ordenaron esta semana la evacuación de 26 localidades de la región de Jarkov, una decisión que afecta a unas 3.000 personas, incluidos 279 niños.
Toda esta zona de Jarkov había sido ocupada por Rusia al inicio de la ofensiva en febrero de 2022, hasta que un ataque relámpago ucraniano la liberó en septiembre del mismo año, y forzó a las tropas rusas a replegarse.
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