A juicio: enfrentadas versiones en el caso de la historiadora acusada de homicidio



La justicia resolvió elevar a juicio la causa contra Luciana Teresita Bustos (34), acusada del asesinato del profesor de Educación Física Marcelo Amarfil (46) en enero de 2024. Mientras la Fiscalía sostiene que la imputada es una «psicópata perversa» y pide prisión perpetua, su Defensa argumenta que fue víctima de una violación y que el docente se suicidó.

Posturas enfrentadas

Durante la audiencia, la fiscalía encabezada por Francisco Pizarro y Gemma Cabrera (UFI de Delitos Especiales) expuso pruebas que justificarían una condena a cadena perpetua por homicidio doblemente agravado (por el vínculo y la alevosía). Argumentaron que Bustos mantenía una relación sentimental con Amarfil y que la madrugada del 17 de enero de 2024, lo atacó mientras él estaba esposado y con los ojos vendados, provocándole seis puñaladas fatales.

Por otro lado, los abogados defensores Néstor Olivera y Fabiana Salinas sostuvieron que Bustos fue víctima de abuso sexual y que Amarfil se autoinfligió las heridas en un suicidio violento. Además, solicitaron la nulidad absoluta de la investigación, alegando que desde el inicio se violaron los derechos de su clienta al no informarle adecuadamente sobre su situación.

La resolución de la jueza

La jueza Celia Maldonado rechazó el planteo de la defensa, al considerar que la investigación se realizó dentro del marco legal. Por lo tanto, la causa fue elevada a juicio, donde un tribunal determinará si Bustos continuará detenida en el Penal de Chimbas o si se avala la hipótesis de la defensa.

Los detalles del caso

Según la fiscalía, la acusada llevaba cuatro años en pareja con otra mujer, pero mantenía una relación paralela con Amarfil. La noche del 16 de enero, ambos cenaron en Santa Lucía y luego se dirigieron a un descampado en Las Chacritas, 9 de Julio, donde habitualmente tenían encuentros íntimos. Allí, con el profesor en una posición indefensa, Bustos lo habría asesinado.

El hecho se descubrió casi de inmediato, cuando un policía en moto pasó por la zona y encontró a Bustos vestida solo con un corpiño, quien en ese momento afirmó que Amarfil se había autoagredido. Más tarde, cambió su versión y dijo haber sufrido un brote psicótico. También pidió un test de embarazo y la pastilla del día después.

El informe psicológico elaborado por los peritos describió a la acusada con rasgos «perversos y psicopáticos», detallando su necesidad de control y manipulación en las relaciones interpersonales, lo que refuerza la teoría de la fiscalía.

Con posturas tan opuestas, será el tribunal el que finalmente determine el destino de Bustos en un juicio que promete ser tan polémico como mediático

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