Advierten sobre el rol de los medios y las redes sociales en los trastornos alimenticios
Mientras que la insatisfacción con la imagen corporal es cada vez más un “malestar generalizado”, fuertemente ligado al “ideal de belleza”, especialistas advirtieron que los trastornos alimentarios son considerados como “uno de los problemas de salud pública más graves” en la actualidad.
“La insatisfacción con la imagen corporal es un factor importante en la génesis, desencadenamiento y mantenimiento de los TCA. En su núcleo se encuentra una relación negativa con nuestro propio cuerpo”, explicó a Télam Jesica Lavia, nutricionista egresada de la Universidad Nacional de Buenos Aires y autora de los libros Pese lo que pese y Sobrevivir a un mundo gordofóbico.
«La preocupación por la apariencia física se convirtió en un malestar generalizado» Jesica Lavia
«El ideal de cuerpo delgado es un ejemplo de un detonador cultural asociado a un riesgo aumentado de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria. La preocupación por la apariencia física se convirtió en un malestar generalizado”, continuó la especialista.
¿Qué son los TCA?
Los trastornos de la conducta alimentaria son considerados “trastornos mentales” que desencadenan “comportamientos patológicos” frente a la ingesta de alimentos -su restricción o consumo compulsivo- o a la realización de actividad física y una obsesión por el control del peso, que encuentran sus raíces en «factores biológicos, psicológicos y socioculturales».
Estas patologías pueden afectar a personas de todas las edades, géneros y culturas y fueron incluidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre los trastornos mentales “de prioridad” para las infancias y adolescencias particularmente.
Tanto por su prevalencia y necesidad de tratamiento especializado, como por su «tendencia a la cronicidad», los trastornos alimentarios son considerados como “uno de los problemas de salud pública más graves” en la actualidad, indicó la Fundación Fleni mediante un comunicado difundido este miércoles.
Además, quienes los atraviesan suelen hacerlo en silencio al sentir “culpa, vergüenza o miedo a ser juzgadas y estigmatizadas» por estas patologías.
«Nuestra sociedad sobrevalora la delgadez y estigmatiza la gordura. Naturalizamos la idea de un cuerpo ideal que es irreal y nos lleva a conductas poco saludables» Jesica Lavia
Al respecto, Lavia advirtió que muchas de las señales de alerta no son advertidas ya que «naturalizamos que alguien haga dietas restrictivas o que se preocupe demasiado por su apariencia física o por controlar su peso; naturalizamos también las listas de alimentos prohibidos, el salteo de comidas y muchas conductas peligrosas que no suelen llamarnos la atención pero deberían hacerlo».
«Nuestra sociedad sobrevalora la delgadez y estigmatiza la gordura. Naturalizamos la idea de un cuerpo ideal que es irreal y nos lleva a conductas poco saludables», enfatizó la nutricionista.
El rol de los medios y las redes sociales
En ese contexto, especialistas coincidieron en advertir sobre el impacto de los medios de comunicación y las redes sociales en el desarrollo y prevalencia de estas patologías.
Sebastián Soneira, jefe de la Sección de Trastornos Alimentarios y Psiquiatría Nutricional del Servicio de Psiquiatría de Fleni, alertó sobre los “estándares de belleza irreales y basados en la delgadez” que promueven las redes sociales, que incrementan “la preocupación por el peso y crean espacios que fomentan los trastornos de la conducta alimentaria”.
Un estudio realizado entre más de 6.500 mujeres, coordinado desde la Fundación Bellamente, en el marco de un proyecto de la Universidad de Buenos Aires, arrojó como resultado que 8 de cada 10 mujeres se sienten insatisfechas con su imagen corporal y que el 86% afirma que alguna vez se sintió mal con su cuerpo después de ver una publicación de Instagram, siendo casi dos tercios de los casos publicaciones realizadas por influencers o celebridades.
Al respecto, los especialistas coincidieron en la urgencia de «revisar nuestros consumos en redes sociales, revistas y medios de comunicación».
Lavia recordó la importancia de hablar de la temática desde la infancia y reforzar durante la adolescencia; fomentar la construcción de una imagen corporal y una autoestima positiva; correr la mirada sobre los cuerpos y sus tamaños, hablar del respeto a la diversidad corporal y evitar apodos o chistes sobre características físicas.
También aconsejó el fomento de hábitos alimentarios saludables y conversar sobre los peligros de hacer dietas restrictivas y de utilizar la comida como recompensa o castigo.
“Los trastornos alimentarios, en su totalidad, tienen tratamiento y la curación es posible», recordó el médico del Fleni, quien enfatizó la importancia «de un diagnóstico preciso y dentro de una ventana de tiempo lo más breve posible ya que existe una relación inversa entre la duración del trastorno alimentario y las posibilidades de curación total”.
Respecto al tratamiento, Soneira puntualizó en la necesidad de abordajes «integrales e interdisciplinarios», que no sólo apunten al control de la ingesta alimentaria sino también a «la recuperación del bienestar físico y emocional”.
La herramienta Recalculando: ¿Necesitas ayuda?, desarrollada por la Fundación Bellamente, disponible en su página web, brinda un mapeo de los centros especializados en TCA en todo el país para que las personas que necesitan atención sepan adónde acudir y accedan a información adecuada y tratamiento.
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