En un giro estratégico, la empresa Barrick ha anunciado el inicio del proceso de remediación en el yacimiento de Pascua, ubicado en Chile, lo que podría catalizar el impulso para el desarrollo de Lama en la provincia argentina de San Juan.
El comunicado oficial emitido por la oficina de Barrick en Chile informa sobre la presentación de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) para Pascua. Esta acción no solo marca el comienzo del cierre del proyecto binacional Lama-Pascua, sino que también se percibe como un catalizador para la revitalización de Lama en el lado argentino de la frontera. La compañía tiene la intención de enfocar sus esfuerzos en Lama, reforzando así la inversión en exploración, con 70 contratos en mantenimiento y un enfoque en la infraestructura.
Lama-Pascua, originalmente concebido como la mina de oro más grande del país, enfrentó desafíos regulatorios en Chile, llevando a la intervención judicial en 2013 y, finalmente, al cierre ratificado por la Corte Suprema en 2020. Ahora, Barrick planea abordar Pascua y Lama por separado, con enfoques y procesos legales distintos.
La inversión en exploración en Lama ha sido una prioridad para Barrick en los últimos años. Entre 2020 y 2023, la empresa destinó 75 millones de dólares para buscar más minerales en el área. Con el cierre inminente de Pascua, Barrick ve una oportunidad para ampliar las opciones de futuro en Lama, dinamizando los trabajos de exploración realizados hasta ahora.
Si los resultados de la exploración son positivos, Barrick podría considerar la posibilidad de integrar las riquezas descubiertas en Lama con la infraestructura existente en Veladero, una mina de oro y plata ubicada a pocos kilómetros. Esta sinergia no solo impulsaría la producción y las exportaciones mineras, sino que también extendería la vida útil del proyecto Veladero, proporcionando seguridad laboral para los aproximadamente 4,500 empleados directos y numerosos empleos indirectos en la región.
El proceso de cierre en Pascua, diseñado durante tres años, implicará una inversión de 136 millones de dólares para la remediación en etapas, con una proyección de diez años para su finalización. La Corte Suprema de Chile ratificó el cierre en 2020 debido a incumplimientos ambientales de Barrick, desencadenados por un alud considerado «severo» en 2013. Este cambio de enfoque ahora ofrece a Barrick la oportunidad de consolidar su presencia en la región y fortalecer su compromiso con la sostenibilidad y las prácticas ambientales.
Los comentarios están cerrados.