Católicas por el Derecho a Decidir: 30 años conjugando feminismo y catolicismo
«Nuestro pueblo es mucho más religioso de lo que se autopercibe, pero esto se ve en un crecimiento de las espiritualidades alternativas porque la Iglesia, que en su momento fue muy popular, se ha ido alejando de la realidad cotidiana», dijo la directora ejecutiva de CDD, Pate Palero.
«Nuestro pueblo es mucho más religioso de lo que se autopercibe, pero esto se ve en un crecimiento de las espiritualidades alternativas porque la Iglesia, que en su momento fue muy popular, se ha ido alejando de la realidad cotidiana», dijo la directora ejecutiva de CDD, Pate Palero.
«Por eso cuando, trabajando en los territorios o las comunidades, nosotras decimos que somos católicas y feministas, a las mujeres se les cambia la cara y dicen ‘¡ah, pero entonces sí se puede! ¡qué alivio!'», agregó.
Palero se queda con la palabra «alivio» porque «es muy significativa» en tanto reveladora de «cómo pesan las penalidades y los prejuicios de la jerarquía religiosa» en la subjetividad de los fieles, «porque la gente sigue creyendo, teniendo sus ritualitos» pero «se siente expulsada».
«Por un lado está el hecho de que muchas mujeres católicas recurren al aborto y, por otro lado, existe una conciencia a lo mejor difusa, no muy explícita, de que se trata de una práctica que responde a muchos motivos, que no sólo puede no ser un delito, sino que puede ser una decisión ética que descanse en la conciencia de las personas que recurren a esta práctica», dijo, a su turno la escritora y periodista feminista Marta Vasallo.
«Esta es una experiencia muy antigua pero muy difícil de aceptar dentro de la Iglesia y CDD surge visibilizando la incertidumbre de tantas mujeres que, recurriendo al aborto, sin embargo siguen considerándose católicas», agregó Vasallo, autora de «En nombre de la Vida» y coautora de «Tiempo de Cosecha» sobre la historia de la organización.
Encuentros Nacionales de Mujeres
Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito desde su creación en 2005, Católicas por el Derecho a Decidir había surgido ocho años antes al calor del desarrollo de la teología feminista, de las conferencias ONU de El Cairo y Beijing, y del antecedente que representaba la organización estadounidense Catholic For Choice creada en 1973.
Para Marta Alanis, una de las fundadoras de CDD y principal referente, el origen hay que buscarlo en los Encuentros Nacionales de Mujeres que fueron adoptando «una postura cada vez más feminista» a partir de la confluencia de «muchas que habían estado en el exilio o que habían estado privadas de la libertad» durante la última dictadura, «algunas con mucha experiencia política, otras con incipiente militancia feminista».
Y todo esto decantó a partir de la visita de la téologa feminista brasileña Ivonne de Guebara, que es invitada a dar un seminario en Córdoba al que también asisten representantes de Católicas por el Derecho a Decidir de Uruguay.
«Ella nos llenó de nuevas ideas porque la teología feminista tiene algo maravilloso que es que deconstruye los mitos, lo sagrado, el patriarcado desde lo más profundo», dijo Alanís, actual coordinadora de relaciones institucionales de CDD.
Para entonces la organización estaba también presente en tierras brasileñas, y en 1996 se conformó la Red de CDD que hoy conforman las agrupaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana.
Al principio, CDD tuvo que hacer frente a muchos «ataques institucionales» y por eso la primera etapa fue sobre todo de «legitimación».
«Un punto de inflexión importante fue el momento en que Ginés González García, siendo ministro de Salud (de la gestión de Néstor Kirchner) de un gobierno muy popular, defendió explícitamente la legalidad del aborto y eso permite que mucha gente se anime a hablar del tema en otros términos, diferentes a la demonización absoluta», opinó Vasallo.
En paralelo, CDD fue denunciada por la organización católica Portal de Belén ante la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas con el objetivo de que se le retire la personería jurídica obtenida en 1998, batalla que finalmente fue ganada por el colectivo feminista.
«Nunca dialogamos directamente con la jerarquía católica, no era nuestro objetivo, pero al principio ellos reaccionaron diciendo cosas desagradables, acusándonos de apóstatas y hasta de asesinas, pero después el discurso se fue moderando mientras que toda la Iglesia progresista de la teología de la liberación, que nunca se había involucrado en temas de género, feministas, empezaron a adherir, a apoyarnos», compartió Alanís.
Campaña por el Derecho al Aborto
Una segunda etapa puede ser concebida entre el nacimiento -a instancias de CDD-de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto en 2005 y el histórico pañuelazo del 19 de febrero de 2018 frente al Congreso, un período caracterizado por la visibilización de la problemática a través del litigio estratégico.
«Nos focalizamos en casos concretos que al mismo tiempo que nos proporcionaban argumentos a favor de la vigencia del aborto no punible, nos daban recursos para seguir fortaleciendo la demanda por la legalización», explicó Palero.
Así, en 2007 CDD denunció al Estado Argentino ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU por la negación de un aborto a LMR, una joven de 19 años con una edad mental de 10 que estaba embarazada como consecuencia de la violación de un tío. Finalmente, en 2011, el organismo insta a la Argentina a reparar el daño ocasionado a la joven.
Un año después se produce el fallo de la CSJN sobre aborto no punible a partir del caso FAL -una adolescente de 15 años violada y embarazada por su padrastro- con la participación de CDD como parte de un amicus curiae, y en 2016 la organización asume la defensa técnica de Belén, una joven condenada a ocho años de prisión en Tucumán por un aborto espontáneo.
En este período se crea al interior de CDD la Red de Jóvenes Católicas y la Guardia Feminista de Abogadas Católicas por el Derecho a Decidir.
Vigencia de la Ley IVE
Un último período, caracterizado por una aceleración de los tiempos legislativos hacia la aprobación de la ley IVE, se inició en el año 2015 cuando, tras su séptima presentación, el proyecto de la Campaña se debate en el Parlamento y CDD aporta argumentos.
La iniciativa, que obtiene media sanción de Diputados, es rechazada por el Senado y habrá que esperar hasta el 30 de diciembre de 2020 para que se aprueba la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que reconoce el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en todos los casos hasta la semana 14.
Respecto a la vigencia de la Ley IVE en el nuevo gobierno, Vasallo advirtió sobre el hecho de que cualquier amenaza al sistema de salud pública o educación pública «es también una gravísima amenaza a la Ley IVE tal como está concebida»
«La defensa de los derechos consagrados por el feminismo en el país no puede separarse de la defensa de los derechos más generales en los que se inscriben», concluyó.
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