Clave para el comercio: Mercosur y Unión Europea buscan cerrar un acuerdo a contrarreloj

Temas cruciales, como el comercio de autos eléctricos, derechos de exportación, competencia en la contratación pública y los parámetros de la legislación antideforestación de la UE, están en la agenda de las conversaciones de este mes.

Bajo la presión de un calendario ajustado y la convergencia de intereses políticos, la Unión Europea (UE) y el Mercosurse afanan por cerrar un tratado comercial antes de principios de diciembre, aspirando a sellar un acuerdo que ha permanecido en espera por un tiempo considerable.
Las negociaciones se han intensificado notablemente, con Bruselas acelerando el ritmo y la profundidad de las discusiones, convencida de que un acuerdo político viable solo será posible durante la presidencia brasileña del Mercosur.
El énfasis en alcanzar un acuerdo antes del 7 de diciembre, fecha límite marcada por la presidencia brasileña, se ha destacado como un punto clave para ambas partes. Altos diplomáticos brasileños han subrayado la importancia de resolver algunos detalles pendientes, necesitando decisiones políticas sobre ciertos asuntos en los que el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva estará involucrado.
No obstante, la incertidumbre vuelve a rondar debido a los resultados de las elecciones presidenciales en Argentina, donde el candidato victorioso, Javier Milei, deslizó sacar al país del Bloque. Este giro político arroja sombras sobre el proceso de negociación.

TLC: negociaciones entre las partes

Las discusiones sobre el histórico tratado entre la UE y el bloque del Mercosur, compuesto por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, han atravesado más de dos décadas. Un principio de acuerdo en 2019 se desmoronó cuando la UE demandó compromisos adicionales en materia ambiental a América del Sur antes de firmar, desencadenando desacuerdos debido a preocupaciones sobre el proteccionismo europeo y el temor a la competencia con los productos agrícolas y vitivinícolas sudamericanos.

  • Los diplomáticos brasileños sostienen que el acuerdo de 2019 carecía de equilibrio y fue apresurado por la administración anterior de Jair Bolsonaro en busca de un triunfo político.

A pesar de los avances actuales, persisten dudas sobre la posibilidad real de alcanzar un acuerdo definitivo. El presidente paraguayo, Santiago Peña, ha advertido sobre la distancia que el Mercosur tomará si la UE no concluye el tratado antes del 6 de diciembre, manifestando preocupación sobre la falta de voluntad de la UE para ceder en las negociaciones.

  • La frustración del fracaso del acuerdo comercial entre la UE y Australia ha servido como un catalizador para ambas partes, impulsándolas hacia la acción. Las instrucciones políticas están convergiendo, pero el tiempo es limitado y aún quedan cuestiones pendientes sobre la mesa.

Temas cruciales, como el comercio de autos eléctricos, derechos de exportación, competencia en la contratación pública y los parámetros de la legislación antideforestación de la UE, están en la agenda de las conversaciones de este mes. La búsqueda de un mecanismo para tomar medidas si la UE bloquea ciertas exportaciones es una prioridad planteada por el Mercosur.

Las tensiones previas sobre las medidas del Acuerdo de Paríssobre el cambio climático han sido un obstáculo, pero ambas partes trabajan en un instrumento intermedio para resolver estas diferencias.

Si bien la conclusión del tratado sería un hito, enfrentará un proceso de ratificación en los parlamentos nacionales del Mercosur, el Parlamento Europeo y los gobiernos de la UE, un camino que aún debe recorrer incluso después de llegar a un acuerdo.

Fuente: Ámbito

Op: Rivero Cecilia

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