Coviar, en el ojo de la tormenta: Sigen cuestiona su rol en el programa de enoturismo

Un reciente informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), correspondiente al período 2022-2023, cuestiona la transparencia y eficiencia con la que se manejaron los recursos públicos asignados al Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro). En particular, el documento señala «reiteradas debilidades» en la constitución de los instrumentos normativos y en las acciones llevadas a cabo por los actores involucrados, incluyendo al Fondagro, el BICE y la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).

El programa de enoturismo, que destinó 300 millones de pesos a unas 150 bodegas, se encuentra en el centro de la polémica. La Sigen advierte sobre la falta de documentación respaldatoria, la ausencia de informes de viabilidad técnica y económica, y la imposibilidad de determinar la integridad de los expedientes. Si bien las observaciones se dirigen principalmente al Fondagro y al BICE, la Coviar, como entidad ejecutora del programa, también se ve afectada por estas irregularidades.

Desde la Coviar, se asegura que la institución no ha sido auditada directamente por la Sigen y que las observaciones se refieren a los documentos aportados por el Fondagro y el BICE. Carlos Fiochetta, gerente general de la Coviar, explicó que la entidad se limitó a priorizar los proyectos y a direccionar los fondos recibidos, en línea con las pautas establecidas por la Secretaría de Agricultura.

La eliminación de este tipo de fondos fiduciarios por parte del nuevo gobierno ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor transparencia y control en la gestión de los recursos públicos. El caso del Fondagro y el programa de enoturismo sirve como un claro ejemplo de las dificultades que pueden surgir cuando no se establecen mecanismos adecuados de seguimiento y evaluación.