Crimen en Caucete: Defensa Insiste en Abuso Desencadenante del Homicidio
En el barrio Ruta 20 de Caucete, un crimen sacude a la comunidad, donde la defensa alega legítima defensa en medio de supuestos abusos sexuales.
Ayer, en el marco de la investigación del violento asesinato ocurrido el pasado 18 de noviembre en Caucete, la defensa de Antonio Molina, acusado de matar a golpes con un caño de gas a la pareja de su suegra, insiste en que su cliente actuó en legítima defensa de los derechos de un tercero, argumentando presuntos abusos sexuales cometidos por la víctima, Manuel Ruiz (61), contra uno de sus hijos.
El mismo día del trágico suceso, Molina, de 34 años, declaró a los policías presentes: «Yo lo maté por violador… ese no viola más». Esta afirmación se refería al supuesto ataque sexual de Ruiz a uno de los hijos de Molina.
En el desarrollo de la investigación, los hijos de Molina, de 6 y 4 años, prestaron declaración en Cámara Gesell. Ambos mencionaron un confuso episodio ocurrido días atrás en una pileta de Caucete, implicando a Ruiz, aunque de manera no concluyente. El menor, supuesta víctima, afirmó que el fallecido le había tocado la cola.
El fiscal Francisco Micheltorena aguarda el análisis de psicólogos sobre las declaraciones de los niños. Mientras tanto, la defensa, a cargo de Nicolás Gómez Camozzi, afirma que el abuso sexual existió y que Molina actuó en defensa de los derechos de su hijo.
Gilda Flores (20), pareja de Molina, también está imputada por lesiones leves agravadas por el vínculo contra su propia madre, Silvina Flores (42), a quien atacó con un arma «tumbera». La noche del crimen, Molina descubrió a sus hijos en una situación comprometedora, lo que desencadenó su reacción violenta contra Ruiz, quien había llegado a cenar con su pareja y suegra.
El abogado defensor cita como prueba la llamada al 911 de Gilda Flores, informando un intento de violación a sus hijos. Afirma que la reacción de Molina fue espontánea y no premeditada, provocada por la revelación de un presunto abuso sexual a uno de sus hijos.
La investigación reveló que todos los involucrados habían consumido cocaína previamente al incidente, lo que llevó a remitir parte del caso a la Justicia Federal. Gómez Camozzi sostiene que el abuso sexual es la causa del violento actuar de Molina y que se trata de un caso de legítima defensa de los derechos de un tercero, o en todo caso, un exceso de esa legítima defensa. La comunidad de Caucete sigue conmocionada por este trágico suceso mientras la Justicia continúa evaluando las pruebas presentadas por ambas partes.
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