Crisis política en Francia: destituyeron al primer ministro a tres meses de asumir

El conservador Michel Barner fue elegido por Emmanuel Macron luego del triunfo legislativo de la izquierda. Deberá designar a otro.

 

A menos de 100 días de su nombramiento, Michel Barnier fue destituido como primer ministro de Francia, por 331 votos en el Parlamento local (se precisan 288 para la mayoría). Fracasa así la estrategia de Emmanuel Macron, que se alineó al conservador Barnier luego del crecimiento de la izquierda y la extrema derecho en las últimas elecciones legislativas.

La moción de censura a Barnier ocurrió por un inédito acuerdo entre la extrema derecha (encabezada por la Agrupación Nacional de Marine Le Pen) y la izquierda francesa (referenciada por la Francia Insumisa, protagonizada por Jean-Luc Mélenchon). El motivo que impulsó esta confluencia fue la presentación del Presupuesto, en donde la perspectiva de déficit fiscal llevó al oficialismo a una doble estrategia: reducir el gasto público e incrementar impuestos a las grandes riquezas.

Emmanuel Macron anticipó un discurso para el jueves por la noche, luego de una reunión protocolar previamente agendada a las autoridades de Arabia Saudí. El mandatario, electo en 2022, tiene gestión hasta 2027 y deberá elegir a un nuevo primer ministro. «Aunque haya un Barnier cada tres meses, Macron no durará tres años», señaló el excandidato presidencial de la izquierda francesa, Mélenchon.

La gestión de Barnier fue la más breve de la Quinta República francesa. Emmanuel Macron ahora debe decidir si mantiene a Barnier como primer ministro interino o busca un reemplazo.

Francia: coincidencia entre la derecha y la izquierda en contra de Macron

Referencias de la izquierda y la extrema derecha se expresaron tras la destitución de Michel Barnier. «Quiero decir a todos los que sufren y esperan que no falta mucho para que se avecine la gran alternancia. Ese día llegará pronto, quizá muy rápidamente. Éste será el verdadero golpe de esperanza que Francia está esperando», planteó Marine Le Pen, excandidata presidencial, y planteó que «el presupuesto presentado era tóxico para los franceses».

«Hemos votado a favor de censurar al Gobierno para proteger a los franceses de este presupuesto«, remarcó la referencia de la extrema derecha francesa y señaló que «el impuesto sobre la renta se indexará en función de la inflación» tras la destitución de Barnier. Asimismo, ratificó que se propondrá un nuevo presupuesto pero no pedirán la renuncia de Macron, aunque analizó que «si no tomamos el camino del respeto a los electores y a las elecciones, la presión sobre el Presidente de la República será cada vez más fuerte«.

Por su parte, Manuel Bompard, coordinador nacional de la Francia Insumisa, remarcó que «nuestro objetivo era claro: derribar este Gobierno. Así que es un alivio». «Hemos derribado un presupuesto que iba a hacer sufrir a la mayoría de los franceses: los jubilados pero también los trabajadores que mañana estarán en la calle», añadió.

En ese sentido, uno de los dirigentes de la izquierda francesa planteó que «Macron debe salir para convocar nuevas elecciones«. «Estamos en una democracia. Es el pueblo el que decide, no los mercados financieros», entendió y dijo que «el gobierno mintió al creer que los franceses pagarían más impuestos sobre la renta debido a la moción de censura».

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