Según lo informado por Gendarmería Nacional, el ingreso demandaba anoche unas cinco horas, pero se extendió a siete apenas amaneció, a pesar de que se incrementan -dentro de los escasos márgenes- la cantidad de casillas y personal aduanero para los controles.

En tanto, para ingresar a Argentina, el complejo de Horcones tenía apenas una hora de espera para vehículos particulares. Vale la aclaración porque los colectivos, especialmente los que cumplen servicio de tour de compras, demandan más tiempo de demora por la exhaustiva revisión.

Las dos playas de estacionamiento quedaron habilitadas a las 10 de la mañana, por lo que se dio inicio al encapsulamiento de vehículos y subidas en la ruta 7 por tandas. Vale recordar que en los paradores hay baños, servicio de comida y recreación y seguridad. Autoridades avisan cómo avanzar y se respeta el orden de llegada.

Respecto al tiempo, el pronóstico de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas indica para este martes la probabilidad de precipitaciones en cordillera. En Uspallata, la máxima rondará los 29°C, mientras que en Punta de Vacas se ubicará en los 8°C.

Un trámite menos, pero la misma demora

La Dirección General de Aduanas, dependiente de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), informó que desde esta semana quedó suprimida la exigencia de presentar el Formulario OM2261 de “Salida y Admisión Temporal de Vehículos” y su equivalente chileno, el Formulario Único de Ingreso y Salida de Vehículos.

Según explicaron las autoridades, una gran parte de los viajeros llegaba al paso Cristo Redentor sin haber completado este formulario con antelación, lo que implicaba detenerse para llenarlo en el momento, generando más retrasos a los ya “habituales” en el proceso migratorio de salida del país.

Para circular hacia Chile sólo se deberá descargar el comprobante electrónico disponible en el micrositio de ARCA Viajeros https://www.afip.gob.ar/viajeros/.

De todos modos, los argentinos que crucen a Chile igualmente seguirán siendo sometidos a los estrictos controles de las autoridades trasandinas, como el tan criticado del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que se lleva gran parte del tiempo cuando los viajeros están en la Aduana.