Daniela Molina: de la medalla de plata en el sudamericano de karate a la lesión que la dejó sin poder competir
Tuvo un año con buenos resultados al comienzo hasta que no pudo seguir compitiendo. Mientras se recupera, sigue con su tarea de entrenadora.
Cuando comenzó la temporada, Daniela Molina tenía un objetivo claro: llegar al final del año en el primer lugar del ranking argentino de karate, en su categoría (menos de 68 kg). Luego de un muy buen comienzo, siguieron los buenos resultados que la comenzaban a encaminar hacia la meta que quería alcanzar.
Sin embargo, el destino le volvió a ser esquivo, como había acontecido el año pasado, cuando buscaba un lugar en los Juegos Odesur y la fractura en una mano, la dejó sin chances. Este año fue un accidente que le provocó un esguince grave, donde se separó el tendón del hueso y también afectó al talón de Aquiles.
Consecuencia de ello, se terminó muy temprano el año deportivo en lo personal y sólo pudo continuar con su tarea de entrenadora, mientras sigue buscando la recuperación total para volver a entrenar.
Daniela hace un balance de la temporada: “El 2023 comenzó muy bien para mí, arrancamos la pretemporada en enero y la competencia empezó en marzo con el Open femenino (Córdoba), que es el primer torneo nacional del año, donde quede primera en mi categoría, sumando los primeros puntos del año en el ranking nacional. Había hecho una gran pretemporada y estaba muy bien físicamente y enfocada.
En abril tuvimos el torneo Copa Atlántico (Mar del Plata), donde quedé 3ª y allí me informan de la convocatoria para el sudamericano que se disputó en San Pablo, Brasil, desde el 24 al 29 de abril, donde nos quedamos con la plata sudamericana en kumite por equipos, junto a Giuliana Novak (Córdoba) Yamila Benítez (Buenos Aires) y Laura Díaz (Buenos Aires).
Llegué a San Juan y a los dos días viajé a Tucumán para participar del torneo Jardín de la República, en la capital tucumana, donde una vez más me llevé el bronce. Después de este torneo y de tres meses seguidos de competencia, vino un poco de descanso y preparación para el cuarto torneo del Circuito Nacional, que se realizó en julio, en la ciudad de Mendoza; fue el 29º torneo nacional de estilos, donde volví a quedarme con un tercer lugar y ubicándome en los primeros lugares del ranking argentino.
Fue una primera parte del año intensa, con resultados favorables.
En la segunda mitad del año, durante mi preparación, sufro una lesión en el tobillo derecho que me dejó afuera de los últimos dos torneos de la temporada, el torneo argentino que se realizó en Córdoba y el torneo clausura que se disputó en el CeNARD, Buenos Aires. Para el primero, no estaba en condiciones de viajar por que la lesión era muy reciente, por lo que no pude acompañar a mis alumnos.
Durante mi recuperación (que hasta el momento sigue en camino), continué preparando a mis compañeros y alumnos, con todos los compromisos que eso implica, llegando a participar, también como coach femenina, en la final de los juegos Evita, que se realizó en Mar del Plata, donde una de mis alumnas, Celeste Nuñez, se colgó la tan deseada presea dorada.
Ya para finalizar el circuito nacional, viajé a Buenos Aires, como coach, para participar del torneo Clausura, cerrando así el año deportivo. Sin poder terminar compitiendo, que es lo que hubiera querido. A pesar de esa circunstancia, fue un año de mucho karate para mí y estoy muy orgullosa de cómo lo llevé adelante”, finaliza su análisis, Daniela Molina.
En diciembre dedicó gran parte de su tiempo a las actividades de la escuela de karate, clases, exámenes, y mucho reposo a su lesión, para poder arrancar en enero del 2024 llena de expectativas por los desafíos que vendrán.
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