Florencia Comas, la víctima

Florencia Comas, una joven hipoacúsica de 27 años de San Nicolás, fue hallada muerta el viernes pasado, luego de desaparecer el día anterior. Su marido, también hipoacúsico, notó su ausencia cuando no llegó a buscar a su hija en un jardín de infantes de la zona, luego de que lo dejara esa misma mañana. Su pareja reportó su desaparición a la Policía Bonaerense.

Así, comenzó la búsqueda: su cadáver fue encontrado envuelto en una sábana color rosa en el camino de tierra que conduce a la planta de tratamiento de residuos de San Nicolás por un trabajador del lugar. El forense que analizó el cuerpo en el lugar lo notó rápidamente: presentaba marcas de ataduras en varios puntos. Una bolsa cubría su cabeza, lo que llevó a pensar que Florencia fue torturada antes de su muerte. No estaba su celular junto a ella. Solo llevaba una pulsera con su nombre, la que llevaba siempre, que decía “Soledad”. La autopsia determinó que Soledad fue asesinada mediante una asfixia mecánica. Su cuerpo no presentó signos de defensa.

Hoy martes, la DDI de San Nicolás detuvo en Rosario a Walter Roberto Solís, un nicoleño de 35 años, ex empleado de una empresa de instalaciones eléctricas, el principal sospechoso del femicidio, considerado el presunto autor, según confirmaron fuentes policiales a Infobae. Por lo pronto, hay datos en la causa que indican que Soledad conocía a su asesino y que tenían un vínculo de larga data. Un video hallado por la pareja de la víctima tiempo antes del crimen permitió llegar al acusado.

La indagatoria de Solís, a cargo del fiscal del caso, Julio Tanús, se espera en las próximas horas.

El detenido por el crimen de Florencia Comas

La propia familia de Florencia reconoció el cuerpo en el lugar del hallazgo: la última conexión de WhatsApp de su teléfono databa de las 8:28 del jueves pasado.

Una vecina de la víctima aseguró que la vio abordar un colectivo de la línea 504 el jueves pasado a las 8:10. Soledad, en ese momento, estaba vestida con una campera inflable negra y un jean azul. La vecina tomó el colectivo junto a ella. Ante la Justicia, la testigo relató que cuando bajó en la esquina de Mitre y Urquiza, Soledad seguía allí, sentada en la última fila. La campera negra y el jean azul, precisamente, fueron encontradas en el cadáver.

Así, la DDI continuó el relevo de cámaras de acuerdo al recorrido de ese colectivo, con tareas encubiertas en barrios como San Francisco, San Jorge y Barrio Suizo. Mientras tanto, psicólogos del Ministerio de Seguridad bonaerense contenían a la familia. Los datos de tarjeta SUBE de los pasajeros de ese colectivo también fueron relevados. Mientras tanto varias personas de la comunidad hipoacúsica de San Nicolás declaraban en el expediente. El video que estaba en poder de su marido fue exhibido a estos testigos: reconocieron por sus tatuajes al hombre que estaba con Soledad. No dudaron en nombrarlo. Era Walter Solís.

La ex pareja de Solís también declaró. Reconoció la sábana rosa con la que el cuerpo de Florencia fue envuelto. También, el gusto de su ex por el sadomasoquismo y el sexo violento.