El brote del hongo en los viñedos genera tensión en la disputa por el precio de la uva
La peronóspora, un hongo que afecta los viñedos en condiciones de humedad y frío, tiene en vilo a los productores de San Juan.
En lo que ya se califica como el brote más severo en al menos tres décadas, las consecuencias de esta enfermedad podrían impactar en la oferta de uva y en los valores que las bodegas pagarán por la materia prima en la próxima cosecha. Sin embargo, el nivel de daño real aún es incierto, lo que intensifica el cruce entre viñateros y bodegueros.
Una cosecha bajo amenaza
Los datos preliminares indican que más de 1.200 hectáreas han sufrido daños, principalmente en los departamentos de 25 de Mayo (720 hectáreas), Caucete (295) y Sarmiento (170). Las variedades más afectadas son las uvas cereza y criolla.
“Hoy estimamos una pérdida mínima del 15%, pero no podemos afirmarlo si los productores no reportan los daños”, advirtió Pablo Martín, presidente de la Mesa Vitícola. Según Martín, muchos viñateros no denuncian la afectación porque la peronóspora no está contemplada como contingencia climática y, por ende, no califica para el seguro agrícola, lo que lleva a considerarlo una gestión inútil.
Por su parte, Miguel Moreno, secretario de Agricultura, afirmó que aún no tienen certeza sobre cuántos productores con daños no han reportado, aunque confirmó que los técnicos ya verificaron afectaciones en 117 fincas. El relevamiento continuará al menos una semana más.
El precio de la uva en disputa
Desde el sector vitícola, insisten en que la reducción en la oferta debería reflejarse en un aumento en el precio de la uva destinada a molienda. “Si sabemos cuánta uva menos habrá, eso puede ayudarnos a defender un mejor precio”, dijo Martín.
Sin embargo, desde la Cámara de Bodegueros, Mauricio Colomé descartó un impacto significativo en los valores. “Aunque habrá menos uva, creemos que será un año con mayor oferta en comparación con 2024. Además, el stock vínico que quedó disponible también presionará los precios hacia abajo”, señaló. Colomé adelantó que no esperan un incremento que supere la inflación, a pesar de los problemas causados por la enfermedad.
Un sector en alerta
Mientras los productores esperan que el Estado concluya el relevamiento y evalúe posibles medidas de ayuda, los viñateros temen que el impacto final de la peronóspora no solo golpee la producción, sino que complique aún más las históricas disputas por los precios en un mercado altamente condicionado por la oferta y la demanda.
La próxima cosecha, que recién comienza, marcará el rumbo de un año clave para la vitivinicultura sanjuanina, en medio de un escenario de incertidumbre y tensiones crecientes.
Op: Juan Llarena
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