El desafío vitivinícola argentino: Innovación y Competitividad para Reconquistar Mercados Globales

La alarmante caída en las exportaciones de vinos, mostos, pasas y uvas frescas en Argentina ha generado una urgencia imperiosa de replantear y ejecutar nuevas estrategias para mantener la competitividad internacional y ganar mayor influencia en las decisiones nacionales.

 

Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, en los primeros diez meses de 2023, las exportaciones argentinas de vino sufrieron una disminución del 27,8%, alcanzando un total de 164,8 millones de litros, lo que representa 63,6 millones. de litros menos en comparación con el mismo período del año anterior. Del total exportado, el 77,6% corresponde a vinos fraccionados, con una reducción del 25% en envíos, mientras que los vinos a granel disminuyeron en un 36,1%, alcanzando los 37 millones de litros.

 

Este preocupante declive en las exportaciones se vincula estrechamente con la falta de competitividad internacional debido al aumento constante de los costos internos, lo que se refleja en los precios. El precio promedio del vino acumulado de enero a octubre se sitúa en 3,51 dólares por litro, mostrando un incremento del 13%. Los vinos fraccionados se ubican en 4,24 dólares por litro (un 9,3% más), mientras que los vinos a granel registran 1,01 dólares por litro (un 20,4% de aumento). Estos valores nos colocan en desventaja frente a otros competidores en el mercado internacional.

 

Ante esta situación, recientemente se realizaron a cabo exposiciones sobre el futuro del vino argentino en el evento organizado por el Fondo Vitivinícola de Mendoza y la Corporación Vitivinícola, con el respaldo de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), el Instituto. Nacional de Vitivinicultura (INV) y los gobiernos de Mendoza y San Juan. Expertos como Carolina Núñez, Giorgio Delgrosso, Juan Gabriel Tokatlian y Guillermo Oliveto abordaron la necesidad de tomar medidas estratégicas para revitalizar el sector.

Los empresarios del sector vitivinícola en San Juan han realizado inversiones significativas en la última década, sin embargo, las políticas macroeconómicas nacionales y la falta de influencia provincial en la gestión del comercio exterior han impactado negativamente en el desarrollo local.

 

Desde una perspectiva global, Giorgio Delgrosso, especialista en Estadísticas y Digitalización, señaló la importancia de prestar atención a las tendencias mundiales del mercado vitivinícola. Destacó la crisis del vino tinto, el aumento de los espumantes a nivel global, el incremento en el consumo de vinos rosados ​​en varios países y el interés creciente en la viticultura orgánica y la transición digital.

 

En el ámbito de las relaciones internacionales, Juan Gabriel Tokatlian advirtió sobre la complejidad del entorno mundial, instalando a los empresarios a tomar decisiones estratégicas para que Argentina no se quede rezagada en un contexto caracterizado por la incertidumbre, los nacionalismos y los desafíos ambientales. Destacó la importancia de reconstruir el poder productivo y tecnológico del país.

 

Guillermo Oliveto, analista estratégico de negocios, resaltó la importancia de conectar emocionalmente con los consumidores en un momento de desilusión social. Propuso estrategias que van desde el enfoque en el ahorro hasta la innovación en productos y presentaciones para atraer a nuevas generaciones al mundo del vino.

 

En resumen, la situación actual exige una revisión profunda de las estrategias comerciales y de posicionamiento internacional del sector vitivinícola argentino. La capacidad de adaptación, innovación y acción conjunta entre sectores público y privado se erigen como pilares fundamentales para revertir esta tendencia y potenciar el rol de Argentina en el mercado mundial del vino.

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