El hecho ocurrió tres días antes del femicidio de Yanina Pérez.

Ariel Omar Pérez, conocido como el “Guascazo”, fue condenado a un año de prisión por amenazas agravadas, luego de admitir haber usado una navaja para intimidar a un joven que se negó a invitarle una cerveza. Este episodio violento, ocurrido el 12 de febrero en Angaco, se suma a los antecedentes de Pérez, quien también está bajo investigación por el homicidio de su expareja, Yanina Pérez.

 

El incidente de las amenazas

El hecho ocurrió en la madrugada del 12 de febrero, en una esquina de Angaco. Según el relato de la víctima, Jairo Aballay, Pérez se acercó a un puesto de venta de cerveza artesanal donde trabajaba Aballay y le exigió una bebida. Ante la negativa, Pérez reaccionó con agresividad, reclamando que él mismo le había ofrecido cerveza en el pasado. Horas después, Pérez se encontró de nuevo con Aballay y, en un enfrentamiento, lo golpeó, y en medio de la pelea, sacó una navaja con la que lo amenazó de muerte. La situación llevó a que ambos fueran detenidos esa misma noche.

 

En una audiencia de juicio abreviado, Pérez admitió los cargos y aceptó la condena de un año de prisión por este acto de amenaza agravada. La sentencia fue acordada entre la fiscal Claudia Yanina Galante y sus abogados defensores, Eduardo Sait y Fernando Bueno.

 

Antecedentes y procesos judiciales en curso

Este incidente no es el único caso judicial que enfrenta Pérez. Días después de las amenazas a Aballay, Pérez fue arrestado por el brutal asesinato de su expareja, Yanina Pérez, ocurrido el 15 de febrero frente al cementerio de Angaco. En paralelo, sus abogados buscan reducir su responsabilidad en este caso, argumentando que el acusado padece un trastorno límite de la personalidad (TLP), que podría influir en sus reacciones impulsivas y violentas. Actualmente, Pérez está siendo evaluado por especialistas en salud mental para determinar si esta condición afecta su capacidad de control.

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