A siete meses del brutal femicidio de Yanina Gabriela Pérez, quien fue apuñalada en varias ocasiones a la entrada del cementerio de Angaco, el caso está cerca de su cierre. Sin embargo, una reciente acción de la defensa de Ariel Omar Pérez, único imputado por el crimen, ha retrasado el proceso judicial.
La defensa de Pérez presentó un escrito ante el fiscal Francisco Micheltorena, solicitando una junta médica integrada por psiquiatras y psicólogos de diferentes instituciones públicas para reevaluar ciertos puntos periciales. Sin embargo, el fiscal explicó que estos aspectos ya habían sido debidamente respondidos por los peritos asignados, tanto del Ministerio Público Fiscal como de la Oficina de Medidas Alternativas, quienes fueron convocados a pedido de la defensa. Además, el informe psiquiátrico ya había sido realizado por un profesional designado por la OMA (Oficina de Medidas Alternativas).
El fiscal Micheltorena calificó la medida solicitada como «inconducente, superabundante y meramente dilatoria», ya que los puntos periciales propuestos habían sido exhaustivamente abordados. Por lo tanto, rechazó la solicitud de la defensa de producir más pruebas y pidió a los peritos que aclaren el último punto pendiente: «estimar el grado de peligrosidad para sí mismo y para terceros», así como si el imputado debería ser internado en una institución adecuada. Además, se les solicitó que determinaran si Pérez, en caso de ser condenado, podría recibir tratamiento dentro del Servicio Penitenciario Provincial.
Respecto a la solicitud de internación hospitalaria de Pérez, el fiscal fue contundente: «No corresponde acceder a dicha medida, ya que los informes de los profesionales no sugieren inimputabilidad». De hecho, las pericias confirmaron que Pérez comprendía la criminalidad de sus actos y era plenamente consciente de sus acciones, por lo que no existe motivo alguno para impedir que continúe detenido en el Penal Provincial hasta el juicio.
La investigación está en su etapa final, a un paso del control de acusación y de la elevación a juicio. Omar Pérez enfrenta cargos por homicidio doblemente calificado: por el vínculo y por violencia de género, lo que podría acarrearle una condena a prisión perpetua.
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