Elon Musk se le plantó al juez de la Corte Suprema que está llevando a cabo la persecución política y censura de opositores a Lula

El Mundo

El hombre más rico del mundo y dueño de Tesla, SpaceX y Twitter/X, Elon Musk, finalmente se cansó de los pedidos de censura del juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, y decidió declararle la guerra al jurista que puso Lula a cargo de la persecución de sus opositores políticos.

Después de un año y medio de censura, donde Moraes había ordenado el bloqueo de miles de cuentas de funcionarios, legisladores, empresarios, periodistas y activistas favorables a Bolsonaro, Musk dijo basta y decidió levantar todas las restricciones que había tenido que implementar por orden judicial.

Incluso La Derecha Diario había sido víctima del juez-dictador que ordenó bloquear el acceso a la página web y a todas sus redes sociales en noviembre del 2022. Desde entonces que ningún brasilero podía leer este diario a menos que utilice una VPN para enmascarar su ubicación fuera de Brasil.

Elon Musk, quien por mucho tiempo debió acatar las órdenes de Moraes bajo riesgo de ser multados, pateó el tablero y exigió este domingo la dimisión o destitución del juez que “censura” a los principales opositores del Gobierno.

Este juez ha traicionado descarada y repetidamente la Constitución y al pueblo de Brasil. Debería dimitir o ser destituido”, afirmó el dueño de la red social que incluso se vio forzado a cerrar la oficina de Twitter en Brasil por las presiones de Moraes.

El mega empresario también prometió publicar próximamente “todas las solicitudes de Alexandre de Moraes» en las que pide eliminar tweets o bloquear usuarios y «cómo estas solicitudes violan la ley”.

Si bien el enfrentamiento entre ambos viene consolidándose hacía más de un año, este sábado por la noche, Musk inició una serie de ataques contra el alto magistrado en X, en particular diciendo que iba a impugnar sus decisiones legales “levantando todas las restricciones” que le impusieron.

Probablemente perderemos todos nuestros ingresos en Brasil y tendremos que cerrar nuestras oficinas allí. Pero los principios son más importantes que las ganancias”, insistió el empresario que, aparentemente, está dispuesto a empezar a pagar la multa millonaria que impuso Moraes si Musk se negaba a censurar las redes como él pedía.

Moraes no es un simple juez de la Corte Suprema. Es el mayor representante del establishment brasileño, y mantiene una estrecha relación tanto con Lula como con la centroizquierda que apoyó al líder del PT en 2022. Además de ser uno de los 11 jueces del máximo tribunal, encabeza el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Como juez, tiene a cargo la investigación en tres causas claves: causa Fake Newscausa de Milicias Digitales y la causa por el Intento de Golpe de Estado. En la primera, acusa al bolsonarismo de una campaña de desinformación «potencialmente peligrosa» para la vida de los brasileños. Gracias a esta causa, ha suspendido prácticamente todos los diarios independientes que se oponen a Lula, inclusive La Derecha Diario.

En la segunda, investiga, empleando totalmente los recursos de la Policía Federal, una supuesta red de militantes en las redes dispuestos a cometer actos criminales para desestabilizar a la democracia. Esta es la causa más delirante, en la que impugna a simples tuiteros o tiktokeros de formar parte de una organización criminal.

Por último, lidera la investigación contra Bolsonaro en la que se acusa al expresidente de diagramar un intento de golpe de Estado contra Lula, primero a través de las denuncias de fraude electoral en las elecciones del 2022, y luego, de organizar el ataque contra el Capitolio en Brasilia a los 8 días de asumido Lula.

Entre estas 3 causas, Moraes ha acumulado un poder solo comparable al de un dictador, en el que es juez, jurado y ejecutor. En su cargo, hace interpretaciones de las leyes como a él le parecen, luego falla según esa interpretación y finalmente, a través de la Policía Federal, ejecuta sus propias sentencias sin ningún tipo de contralor.

Por: Rodo Galdeano
Fuente: Derecha Diario

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