En un encuentro clave entre representantes del sector mostero de San Juan y el ministro de Producción, Gustavo Fernández, se discutieron diversas preocupaciones y se evaluaron los posibles impactos del DNU emitido por Javier Milei, así como la expectativa sobre las retenciones, tema clave pendiente de definición por el Congreso nacional.

Fernández confirmó que la industria vitivinícola sigue exenta de retenciones, dado que el poder ejecutivo solo tiene margen para regular hasta un 5% del impuesto. En este sentido, destacó que la exportación en esta área no está afectada por retenciones y que para que ello cambie, se requeriría una ley del Congreso que establezca un nivel de retenciones por encima del límite que el Poder Ejecutivo puede aplicar.

El ministro también abordó la incertidumbre respecto al alcance del DNU emitido por Milei, especialmente en relación con la derogación del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA). Esta medida apunta a evitar triangulaciones comerciales y proteger el déficit de la balanza comercial.

«El tema de las retenciones tiene que pasar por el Congreso. Los cambios en materia tributaria que no están sujetos a aplicar a través de un DNU», mencionó Fernández en conferencia de prensa en sala de reuniones del ministerio.

 

«Por ahora son solamente anuncios, pero hay un canal de diálogo abierto con las autoridades nacionales», agregó.

«Hoy una exportación de la vitivinicultura no paga retenciones, para que ello ocurra debe haber una ley del Congreso que establezca un nivel de retenciones superior al límite que tiene el Poder Ejecutivo, que solo puede regular hasta el 5%», puntualizó Fernández.

En contrapartida, existe preocupación en la industria por la posibilidad de que la Argentina importe productos competidores, lo que podría impactar negativamente en las ventas locales. A pesar de esto, Fernández resaltó que la devaluación mejora la competitividad del sector y disminuye el riesgo de competencia extranjera en el mercado de vinos.

«Es un tema que vamos a tener que evaluar, aunque la devaluación mejora la competitividad de la industria y aleja el riesgo de competencia externa en materia de vinos», expresó el ministro.

El suministro de insumos es otro tema en consideración, ya que su falta o encarecimiento afecta los costos o la capacidad productiva de las actividades industriales.

«Esta problemática se traduce en mayores costos o en la imposibilidad de funcionamiento de las actividades industriales», agregó.

Por último, se aguardan los resultados de la cosecha 2023-2024, afectada por la sequía, para determinar el porcentaje de producción de uva destinado al mosto en colaboración con el gobierno de Mendoza. Esta decisión será crucial para el sector, ya que impactará en la oferta y demanda de esta temporada.

«Aguardan los resultados de la cosecha 2023-2024 atravesados por la sequía, a fin de definir cuál será el porcentaje de producción de uva que se destinará mosto esta temporada en acuerdo con el gobierno de Mendoza», concluyó.