
FMI: Se quiere discutir el costo de la importación de energía de 2022
Cuando cierre la tercera revisión, el equipo de Economía presente en Washington apunta a acordar los números del impacto de la guerra en Ucrania. La aspiración de máxima es una compensación vía DEG.
El ministro de Economía le había entregado en Bali un “paper” elaborado por Rubinstein y el encargado de la relación con los organismos financieros internacionales, Marco Lavagna, donde se recordaba que “el valor de las importaciones de combustible aumentó a u$s5.756 millones, cuando el valor proyectado antes de la guerra era de 1.999 millones” de esa divisa. “Esto significó un aumento neto de u$s3.757 millones”, mientras que “las exportaciones netas del complejo agroexportador estuvieron u$s617 millones por encima de las proyectadas antes de la guerra”. Sin embargo, “el costo de envío de las exportaciones sufrió un aumento de u$s1.800 millones con respecto a los pronósticos anteriores a la guerra”.
Argentina sostenía que durante los meses de invierno “la balanza energética fue significativamente negativa, lo que dio como resultado una balanza comercial negativa a raíz de las importaciones de energía” y provocó “un aumento exponencial del déficit del sector energético en la balanza comercial respecto a los meses de invierno de 2021”. El trabajo ubicaba el costo en unos u$s4.246 millones. Si bien no lo hablaron públicamente, Georgieva y Gopinath calculan el monto en un nivel sensiblemente menor. Por debajo de los u$s3.000 millones. La diferencia de algo más de u$s1.000 millones, confían en el lado argentino, no es tan grande como para que no haya acuerdo.
Por Carlos Burgueño
OP: Rosales Zamira
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