Fuerte elogio de la directora del FMI a Milei: “Uno de los casos más impresionantes de la historia reciente”
Kristalina Georgieva resaltó los resultados económicos del Gobierno argentino y habló de un “sólido programa de crecimiento”
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, calificó a Argentina como “uno de los casos más impresionantes de la historia reciente”, elogiando los resultados de las reformas económicas implementadas por el gobierno del presidente Javier Milei. Georgieva señaló que dichas reformas han permitido un “sólido programa de estabilización y crecimiento”, según declaraciones realizadas desde Washington durante un balance de la economía mundial en 2024.
Georgieva destacó que “en muchos países” se ha observado “un cambio de marcha en el frente de políticas públicas”, y subrayó el impacto profundo de las medidas adoptadas en Argentina.
El reconocimiento por parte del FMI llega mientras el gobierno de Milei busca alcanzar un nuevo acuerdo con la entidad financiera. Según fuentes de la Casa Rosada, este acuerdo incluiría “determinadas condiciones para avanzar en el saneamiento del Banco Central de la República Argentina (BCRA)”.
Como parte de su estrategia internacional, el presidente Milei viajará nuevamente a Estados Unidos, donde participará en la asunción presidencial de Donald Trump, programada para el 20 de enero. Milei estará acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y otros funcionarios. Fuentes oficiales consideraron que esta visita “podría ser clave, ya que el Gobierno busca llegar a un nuevo acuerdo con el Fondo”.
Posteriormente, Milei viajará a Suiza para asistir al Foro Económico Mundial de Davos, con el objetivo de atraer nuevos inversores y afianzar la presencia internacional de su administración.
Financista clave
Un acuerdo con el FMI es considerado clave para que el gobierno se considere en condiciones de eliminar las últimas capas de control al movimiento de capitales y las operaciones y el desdoblamiento en el mercado cambiario. Recientemente, el presidente Javier Milei declaró que para hacerlo el gobierno necesitaba unos USD 11.000 millones adicionales y que actualmente el Banco Central cuenta con unos USD 5.000 millones para evitar oscilaciones bruscas en el precio del dólar, que pongan en riesgo el proceso de reducción de la inflación y estabilización macroeconómica.
La Argentina es, desde 2018, el principal deudor del FMI, debido al préstamo stand-by concedido en junio de ese año al país durante el gobierno de Mauricio Macri yampliado en septiembre a un total de USD 57.000 millones, de los cuales se llegaron a desembolsar poco más de USD 44.000 millones.
Actualmente, según las estadísticas que publica en su web el organismo internacional, la deuda argentina con el Fondo es de 31.100 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda de cuenta del FMI), equivalente a USD 40.347 millones según la valuación del DEG respecto del dólar del viernes 10 de enero.
La deuda argentina representa el 27,7% de la cartera de créditos pendientes de pago del organismo. Se trata de una deuda muy significativa, considerando que el siguiente deudor del Fondo, Ucrania, tiene una deuda de USD 14.617 millones; el tercero, Egipto, de USD 11.340 millones; el cuarto, Ecuador, de USD 8.627 millones; y el quinto, Pakistán, de USD 8.372 millones. En 2025, además, Argentina será por octavo año consecutivo el principal deudor del organismo.
Esa situación hace que un nuevo acuerdo que además de reescalonar los vencimientos incluya “fondos frescos” y aumente la exposición del FMI a la Argentina sea un objetivo controvertido y podría ser especialmente resistido por gobiernos de posiciones ortodoxas como Alemania y Holanda. A su favor, el gobierno argentino contaría con el respaldo del gobierno de Donald Trump, que asumirá como jefe de la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Estados Unidos es el principal accionista del Fondo Monetario Internacional, con poco menos de 17% del paquete accionario de la institución.
Otro aspecto eventualmente controvertido de la negociación y el eventual acuerdo con el Fondo será el destino o posibles usos que el gobierno argentino pueda dar a los “fondos frescos” que le provea el organismo. El propio Milei dijo, cuando estimó en USD 11.000 millones la necesidad de divisas adicionales para eliminar el cepo cambiario, que el Banco Central dispone actualmente de unos USD 5.000 millones para contener el valor del dólar en los mercados financieros. El Fondo es remiso a que su auxilio financiero se use para sostener un valor determinado del tipo de cambio.
La posición del equipo económico es que la Argentina no necesita renegociar el plan económico actual con el argumento de que las metas fijadas por la Casa Rosada desde diciembre de 2023 son más exigentes de las planteadas por el FMI, en especial en el aspecto fiscal y que se sobrecumplieron los objetivos. Pero el timing sobre la salida del cepo y el desarme del dólar blend es algo sobre lo que coinciden con el Fondo, que en un informe técnico de mitad de 2024 había planteado: “tras las medidas iniciales para deshacer las restricciones y controles cambiarios, las autoridades siguen comprometidas a deshacer todos los controles de capital y restricciones cambiarias, comenzando con las medidas más distorsionantes, incluida la eliminación del esquema de exportación preferencial 80:20 y eliminar el impuesto PAIS antes de finales de 2024″. La última parte se cumplió, pero no la primera. De hecho, el ministro de Economía, Luis Caputo, tuvo que salir en aquella ocasión por redes sociales a desmentir la finalización del dólar blend.
De ahí que las características de un nuevo acuerdo es lo más importante a definir, entre las condiciones que podría exigir el Fondo y las alternativas que evalúa el gobierno, ambas con metas muy estrictas.
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