Gonzalo Araoz vivió un combate decisivo el pasado sábado en Aguascalientes, México, donde se enfrentó al local Carlos Hilario Hernández en su primera pelea profesional de boxeo sin guantes. Este tipo de lucha, conocido como «bare knuckle boxing», es una modalidad muy distinta a lo que Araoz había practicado hasta ahora, ya que el boxeo tradicional utiliza guantes de protección. Con este enfrentamiento, el sanjuanino tenía la oportunidad de unirse a la franquicia liderada por Conor McGregor, pero, lamentablemente, no logró obtener la victoria.
A pesar de la derrota, Araoz se mostró positivo sobre lo vivido: «Fue mi primera pelea en boxeo sin guantes, y las sensaciones que me dejó fueron muy gratificantes. Me costó mucho recuperarme de una cirugía de rodillas, lo que hizo que llegar a México fuera complicado. Eso afectó mi cabeza, porque sabía que necesitaba piernas fuertes para pelear. Sin embargo, cuando subí al ring, fue una locura. No soy una persona nerviosa antes de las peleas, pero sentí la adrenalina de una manera diferente una vez arriba», compartió el luchador, quien decidió incursionar en este nuevo deporte tras 14 años dedicados a las artes marciales.
El boxeo a puño limpio, una disciplina que se distingue de las peleas callejeras por su reglamento, exige que los combatientes se enfrenten sin protección en las manos. Según Araoz, en este tipo de peleas, el que golpea primero y más fuerte suele tener la ventaja, y las contiendas se deciden rápidamente con pocos golpes. «El resultado fue satisfactorio para ser mi primera vez. El rival me conectó un golpe en el ojo derecho en el primer round, dejándome prácticamente ciego de ese ojo. Eso hizo la pelea aún más difícil, ya que no podía ver bien para golpear, pero continué luchando hasta el último round», explicó.
A pesar de enfrentarse a varios obstáculos, como una lesión que lo mantuvo fuera de competencia por siete meses y una preparación física limitada, Araoz aceptó el desafío de pelear en México. «Llegué muy complicado a la pelea, bajé 12 kilos en dos meses y medio, pasando de 70 a 57 kilos. No me quejo, es mi trabajo, pero estas cosas al final pasan factura. La próxima vez, si se da la oportunidad de pelear, estaré mejor preparado y tendré más posibilidades de ingresar a la franquicia», afirmó.
El desempeño de Araoz fue tan destacado que dejó una buena impresión en la organización del evento, y ahora se abre una nueva puerta para él en el boxeo sin guantes en México. «Agradezco todo el apoyo de los sanjuaninos. Gracias por bancarme», concluyó el peleador, quien ahora espera nuevas oportunidades en este emocionante deporte.
Los comentarios están cerrados.