Monseñor Lozano: «Las desigualdades sociales son formas de violencia»

En una declaración contundente, el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, hizo hincapié en la violencia presente en la sociedad y advirtió sobre el vínculo entre las desigualdades sociales y la violencia.

Haciendo referencia a la encíclica ‘Fratelli tutti’ del papa Francisco, señaló que el agotamiento de los recursos comunes es un maltrato a la creación de Dios destinada para toda la humanidad y no para el consumismo desmedido de unos pocos.

En su discurso, monseñor Lozano destacó la existencia de una sociedad afectada por la violencia y las agresiones, tanto en el ámbito familiar como en el barrio. Asimismo, subrayó que las desigualdades sociales son una forma de violencia, ya que mientras algunos disfrutan de un bienestar excesivo, miles de personas duermen en las calles y niños indigentes padecen una alimentación deficiente.

El arzobispo resaltó la importancia de la encíclica del papa Francisco, en la cual se abordan temas como las guerras, la exclusión de los migrantes y aquellos marginados por la sociedad. También hizo referencia a la creciente polarización ideológica y política, enfatizando que esto obstaculiza el diálogo y refleja una falta de respeto hacia quienes tienen diferentes opiniones.

En relación al rol de la Iglesia católica, monseñor Lozano hizo mención a la necesidad de una conversión pastoral que no maquille los problemas, sino que busque devolver la belleza original de la Iglesia. Destacó la importancia de salir al encuentro de aquellos que se encuentran en las periferias geográficas y existenciales, y subrayó el papel de la Iglesia como refugio y hospital de campaña para los excluidos y marginados de la sociedad.

El mensaje de monseñor Lozano también recordó los temas tratados en el encuentro sinodal del Cono Sur, haciendo hincapié en la importancia de no alejarse de la realidad y escuchar los gritos provenientes de las comunidades en vulnerabilidad. En este sentido, resaltó el papel de la Iglesia como refugio para los heridos y como un espacio de acogida para aquellos descartados y desechados por la sociedad.

Las palabras del arzobispo invitan a reflexionar sobre la importancia de abordar las desigualdades sociales y trabajar hacia una sociedad más justa y equitativa, donde se promueva la paz y el respeto por la dignidad humana.

 

 

Op: Juan Llarena

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