Inseguridad en la Villa Obrera: bandas, drogas y miedo constante

El violento hecho, perpetrado por David «Vieco» Galván, miembro de la banda “La Esquina del Humo”, puso en alerta a los vecinos. Rodríguez, la víctima, pertenecía a “La Banda del Pirata”. Según los testimonios, ambas pandillas están compuestas por jóvenes de alrededor de 20 años y controlan el territorio con amenazas y actos delictivos.

Los habitantes temen una escalada de violencia. “Cuando la Policía retire la custodia de la familia del asesino, se desatará una guerra”, advirtió un vecino que, como otros, pidió anonimato por miedo a represalias.

Drogas y delincuencia
La droga es descrita como el mayor flagelo de la villa. “Hay más kioscos de droga que almacenes”, denunció un residente, señalando la aparente complicidad policial con los narcotraficantes. “Si todos sabemos dónde venden, ¿cómo no lo saben los policías?”, se preguntó indignado otro vecino, que acusó a las fuerzas de seguridad de actuar solo contra los compradores, mientras las casas de los “transas” quedan intocadas.

Ausencia policial y miedo nocturno
Los vecinos coinciden en que la Policía de San Juan brilla por su ausencia. Patrullajes insuficientes, falta de cámaras de seguridad y un puesto policial inexistente agravan la situación. “De noche no se puede salir sin que te roben”, lamentaron.

A la inseguridad se suma la impunidad: los delincuentes asaltan a los propios vecinos, realizan tiroteos en presencia de niños y roban viviendas sin que las fuerzas de seguridad intervengan de manera efectiva.

Pedido urgente de soluciones
Los habitantes de la Villa Obrera claman por medidas inmediatas:

• Presencia policial permanente: instalación de un puesto dentro del barrio y mayor frecuencia de patrullajes.
• Cámaras de seguridad: colocación de dispositivos de monitoreo del Cisem en puntos estratégicos.
• Acción contra el narcotráfico: intervenciones directas en las casas denunciadas como puntos de venta de droga.

El miedo y la desesperación marcan el día a día de quienes viven en esta populosa barriada. Sin respuestas concretas, el temor a una escalada de violencia sigue latente.

Op: Juan Llarena