Intentan Salvaguardar el Futuro de Fabricaciones Militares ante la Pérdida de su Principal Comprador

La preocupación reina en Jáchal ante el riesgo inminente que enfrenta Fabricaciones Militares, donde 43 empleos peligran debido a la ausencia de su principal comprador, la mina Gualcamayo.

Ante esta situación crítica, las autoridades locales y nacionales buscan alternativas para garantizar la subsistencia de la planta y evitar el cierre que tendría un impacto devastador en la economía y la comunidad jachallera.

El presidente de Fabricaciones Militares, Hugo Pascarelli, visitó la planta para evaluar su situación y alertó sobre la necesidad de que la misma sea económicamente autosustentable para garantizar su continuidad. Desde que la mina Gualcamayo cesó sus operaciones el año pasado, la planta perdió su único cliente, lo que ha llevado a una situación de vulnerabilidad.

El intendente de Jáchal, Matías Espejo, expresó su preocupación por el futuro de la planta, señalando que el cierre sería un golpe duro para el departamento. Destacó la importancia de los empleos generados por la planta y su contribución significativa a la economía local, así como el riesgo de que las familias de los trabajadores se vean obligadas a dejar la región.

Ante esta crisis, se han propuesto diversas alternativas para sostener la actividad de la planta. Una de ellas es que las ventas de Fabricaciones Militares se tributen en Jáchal en lugar de en Villa María, Córdoba, como se hacía anteriormente. Además, se ha planteado la posibilidad de utilizar la ley de regalías para financiar la ampliación de la planta y su capacidad de producción de emulsiones, lo que la convertiría en un proveedor potencial para otras mineras de la región.

La ampliación de la planta y la diversificación de sus actividades, incluida la venta de materias primas, son medidas que se consideran para garantizar su viabilidad a largo plazo. La prioridad es evitar el cierre de Fabricaciones Militares y mantener el flujo económico en la región, en un esfuerzo conjunto entre las autoridades municipales, provinciales y nacionales.

La comunidad jachallera espera con ansias una solución que asegure el futuro de la planta y proteja los empleos y la economía local, ante la incertidumbre que plantea la situación actual.

 

 

Op: Juan Llarena

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