La inflación energética en América latina tiende a la baja: en marzo fue de 0,58%
En el caso de Argentina, luego de 7 años de precios de combustibles en valores del orden de los 30 centavos de dólar el litro de nafta, el gobierno de Javier Milei permitió un saldo dramático hasta valores de u$s1,2 aproximadamente.
Rebolledo destacó que elementos como la pandemia de coronavirus “tuvieron impacto relevante en América latina” y luego de ello “se comenzaron a eliminar los subsidios”, lo que explica la suba de la inflación a la salida de esa crisis sanitaria.
En ese marco, el secretario de la OLADE indicó que la guerra de Rusia contra Ucrania afectó mucho más a los países de la OCDE, que a los latinoamericanos, porque en el club de países desarrollados hay 27 estados europeos que dependen del gas que les proveía Vladimir Putin.
“América latina en estos últimos dos años ha sido más resiliente respecto de los precios al consumidor final en relación a los países de la OCDE”, explicó Rebolledo, quien recordó que en el estallido de la crisis el precio del gas en Europa había subido hasta 400%.
El directivo destacó que en la región el 65% de la energía es de fuente limpia, como el caso de las fuentes hidroeléctricas, además de que existe una tendencia entre los gobierno a lograr mayores márgenes de autoabastecimiento.
Para el cálculo de la IE regional de ALC, se calculó los IPCE de 16 países cuya información desagregada por productos estuvo disponible hasta la fecha del presente evento. Este grupo de países representa el 95% del PBI nominal de la región y el 92% de su población. Los países analizados son: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Perú, República Dominicana, Trinidad & Tobago, Uruguay y Venezuela.
Argentina y el riesgo a que vuelvan a crecer los subsidios
La decisión oficial de postergar los incrementos tarifarios de gas y electricidad correspondientes a mayo y los meses del período invernal podría traer aparejado un rebrote de los subsidios al sector energético, que en abril dieron un aviso de alerta con un aumento nada menos que del 463,7%, según los datos aportados por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Esa suba repercutió en los subsidios económicos en general que el mes pasado registraron la primera suba real del año, con un crecimiento interanual del 15,7% ajustado por inflación y del 350,5% en términos nominales.
ASAP precisó que ese aumento «se sustentó principalmente por los mayores subsidios asignados al sector energético», a diferencia de meses anteriores, en los que el sector había cedido la delantera a las transferencias al Transporte.
A diferencia del primer trimestre, en el que los subsidios energéticas tuvieron una considerable caída real del 67%, en abril mostraron un repunte del 44,8%, ajustando la reducción interanual cuatrimestral al 31,7%.
Dentro del sector energético «se observaron variaciones significativas entre los principales receptores», advirtió la entidad presidida por Gonzalo Lecuona, ya que «mientras que las transferencias a CAMMESA se incrementaron un 88,1% ajustadas por inflación, las destinadas a ENARSA descendieron un 44,8% y el resto de las transferencias al sector cayeron un 89,2%».
Fuente: ÁMBITO
Por: Graciela Herrera
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