A pesar de la aparente gravedad del incidente, los tres ocupantes del vehículo, la conductora, su hija de 25 años y su nieto de 6, resultaron ilesos.

Según la versión de la conductora, proporcionada a los servicios de emergencia, se quedó dormida, perdió el control del vehículo y esto condujo al vuelco. Inmediatamente después del accidente, se activó el protocolo de emergencia y una ambulancia llegó al lugar para brindar asistencia médica.

La mujer de 65 años, su hija y el niño fueron trasladados al puesto sanitario de la localidad más cercana. Afortunadamente, los informes médicos preliminares indican que todos se encuentran en buen estado de salud, lo que se considera un verdadero milagro dadas las circunstancias del vuelco.

El hecho destaca la importancia de la pronta respuesta de los servicios de emergencia y la resistencia estructural de los vehículos, contribuyendo a preservar la integridad de los ocupantes en situaciones de accidentes viales.