Pese a los esfuerzos de Estados Unidos, Israel y Hamas siguen sin resolver sus diferencias para firmar el cese del fuego en Gaza

El secretario de Estado Antony Blinken visitó Jerusalem, Tel Aviv, El Alamein y Doha buscando evitar una compleja crisis regional, lograr un acercamiento entre las partes, y avanzar en la liberación de los rehenes y en la llegada de ayuda humanitaria en la Franja

(Desde Washington, Estados Unidos) Antony Blinken concluyó su gira por Medio Oriente sin lograr que Israel Hamas resuelvan sus diferencias para lograr un cese del fuego que permita liberar a los rehenes, facilitar la ayuda humanitaria en la zona de combate y evitar que el conflicto en Gaza se extienda a toda la región.

En apenas cuarenta y ocho horas, el secretario de Estado viajó a Israel, Egipto y Qatar con el objetivo de acercar posiciones entre ambos enemigos, pero su gira relámpago no obtuvo los resultados esperados y la negociación diplomática quedó en un incierto status quo.

Blinken se entrevistó con el premier israelí Benjamín Netanyahu y el presidente de Egipto, Abdel Fattah El-Sisi, mientras que habló por teléfono desde Doha con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, que está de viaje por Australia.

Cada uno de sus interlocutores cumplió con su guión y sus intereses geopolíticos, en un escenario de tensión regional que se incrementa minuto a minuto.

Netanyahu aceptó los términos básicos de la iniciativa de paz presentada por Joseph Biden a fines de mayo. Sin embargo, el primer ministro de Israel exigió un puñado de adendas vinculadas a la seguridad nacional que fueron rechazadas por Hamas y resistidas por Egipto.

El premier israelí reclama controlar el Corredor Filadelfia -ubicado en la frontera entre Gaza y Egipto-, que es utilizado por Hamas para contrabandear armas, alimentos y medicamentos.

Netanyahu también propuso monitorear el Corredor Netzarim para evitar que los eventuales movimientos migratorios desde el sur de al norte de Gaza no encubran el regreso de terroristas que pertenecen a la Jihad Islámica y Hamas.

La semana pasada, en Doha, se trataron la exigencias de Netanyahu vinculadas a los corredores de Filadelfia y Netzarim. Y no hubo acuerdo entre las partes. No sólo de Hamas que se negó a participar en las negociaciones a través de Qatar, sino también de Egipto que no quiere a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en un corredor que funciona como frontera con Gaza.

La resistencia de Egipto y el rechazo de Hamas fue informado a Netanyahu por sus propios negociadores. El premier escuchó al director de la Mossad y al jefe del Shin Bet, que habían estado todo el fin de semana junto a sus colegas de Estados Unidos, Qatar y Egipto, y después replicó sin hesitar: “Controlamos los corredores o no hay acuerdo”.

La posición intransigente de Netanyahu fue enfrentada por Blinken durante el cónclave que protagonizaron en Jerusalem. Blinken no lo convenció a Netanyahu, pero el premier aseguró al secretario de Estado que aceptaba -en términos generales- la propuesta de Biden para lograr una tregua por etapas en Gaza.

Cuando concluyó su visita en Israel, Blinken voló a El -Alamein para encontrarse con Abdel Fattah El-Sisi, presidente de Egipto. En su palacio de verano, El-Sisi ratificó al secretario de Estado su voluntad política de contribuir al cese del fuego entre Israel y Hamas, y a continuación explicitó sus diferencias con los reclamos de seguridad de Netanyahu respecto al corredor de Filadelfia.

Blinken escuchó los planteos de El-Sisi y solicitó al presidente de Egipto que convenza a Irán y Hamas para que regresen a la mesa de negociaciones. El regimen iraní sostiene al grupo terrorista palestino, y si hay una orden directa desde Teherán, al líder Yahya Sinwar no le quedaría otra alternativa que retornar a las conversaciones de paz.

Hasta ayer a la medianoche (hora de El Cairo), Hamas declinaba su participación en la nueva ronda de negociaciones que debería empezar jueves o viernes en la capital de Egipto.

El grupo terrorista -e Irán, por supuesto- rechaza que Israel controle los corredores de Filadelfia y Netzarim, e insiste en reclamar el retiro total de las tropas israelíes en Gaza como cláusula esencial para firmar la tregua por seis semanas.

En este contexto, Blinken debe convencer a Netanyahu para que aplaque sus demandas de seguridad y lograr que Hamas -a través de Egipto y Qatar- regrese a la mesa de negociaciones.

Una tarea compleja y de difícil resolución en un escenario de probable conflicto bélico entre Israel e Irán, después de los asesinatos sucesivos de los líderes terroristas de Hamas y Hezbollah en Teherán y el Líbano.

Antes de regresar a Washington, durante una conferencia de prensa que ofreció en la pista del aeropuerto en Doha, Blinken solicito a Israel y Hamas “la máxima flexibilidad” para llegar al cese del fuego.

Y completó: “Con Egipto y con Qatar estamos unidos en propósito y unidos en la acción. Estamos trabajando en nuestras diferentes maneras para tratar de asegurar que no haya una escalada, enviando los mensajes necesarios a todos los posibles actores, incluso a Irán, incluso a Hezbollah, para evitar que tomen otras medidas que puedan intensificar el conflicto o extenderlo. Estamos unidos en nuestro trabajo con las partes para tratar de lograr que este acuerdo llegue a la meta final. Y Egipto y Qatar en particular, están en contacto directo con Hamás, trabajando para atraerlo a medida que trabajamos para concluir este acuerdo”.

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