Policía Federal acusado de amenazas y coacción: Dos niñas complican su situación
Una grave acusación recae sobre el policía federal Juan Ramón Aballay, de 50 años, tras la declaración de dos hermanas de 13 y 8 años, quienes lo señalan por amenazarlas con un arma y exigirles información sobre su padre.
Los hechos ocurrieron el pasado 11 de agosto, en medio de un incidente de hackeo telefónico al padre de las niñas, donde Aballay habría sido víctima de una estafa.
Según la Fiscalía, las declaraciones de las menores, realizadas ante psicólogas del Poder Judicial, refuerzan la teoría de que Aballay perdió el control tras descubrir que las transferencias de dinero que había realizado para comprar dólares baratos —por un total de al menos $270.000— no habían sido enviadas a su supuesto amigo, sino a un grupo de estafadores que se hicieron pasar por él tras hackearle el teléfono.
“La mayor de las niñas dijo que Aballay pateó la puerta al entrar, la tomó del brazo y le apuntó con su arma a la cintura y a la cabeza, amenazándola con matarla si no le decía dónde estaba su padre”, detalló una fuente judicial. La menor de las hermanas intentó explicar que su papá no estaba en la casa y que su teléfono había sido hackeado, pero Aballay igualmente las obligó a buscarlo en toda la vivienda. En ese momento, la niña de 5 años corrió a esconderse junto a su hermana menor en una habitación.
De acuerdo con la Fiscalía, estas declaraciones confirman que el policía cometió delitos de violación de domicilio y coacción agravada. Además, Aballay está acusado de irrumpir en la casa de un vecino de las niñas, amenazándolo con su arma para que le dijera dónde estaba su amigo mecánico, a quien le había transferido el dinero. El vecino intentó calmarlo, viendo que estaba «fuera de control».
El policía, que está a punto de retirarse, y su abogado defensor, Claudio Vera, niegan la versión de la Fiscalía. Aballay declaró que se dirigió a la casa de su amigo creyendo que algo le había ocurrido. Negó haber ingresado por la fuerza a la casa del vecino o haber amenazado a las niñas. «Con los años que tengo de carrera no haría eso; solo me preocupé por mi amigo, pensé que algo le había pasado», afirmó.
El próximo paso en la investigación será realizar pericias psicológicas a la mayor de las niñas. Además, la Fiscalía continuará analizando el teléfono del imputado, lo que podría revelar si Aballay transfirió $270.000 o más ese día.
Op: Juan Llarena
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