Por el calentamiento global, las precipitaciones extremas serán más fuertes y frecuentes
El Instituto de Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático afirmó que las consecuencias «podrían ser mucho peores de lo que pensamos» y que muchas veces se subestima el aumento de las precipitaciones.
Los episodios de lluvias torrenciales que pueden provocar inundaciones catastróficas son bastante más frecuentes e intensos por el calentamiento global de lo que pronostican las predicciones, según un estudio publicado este lunes.
Para prever las consecuencias del calentamiento global los científicos utilizan modelos climáticos pero, según este estudio, subestiman el aumento de las precipitaciones extremas.
Este análisis sugiere que las consecuencias «podrían ser mucho peores de lo que pensamos», afirmó en un comunicado Anders Levermann, del Instituto de Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático (PIK), que realizó el estudio.
«Las precipitaciones extremas serán más fuertes y frecuentes. La sociedad debe prepararse para ello», advirtió según un cable de la agencia AFP.
El estudio advierte que los mayores aumentos se producirán en regiones tropicales y latitudes altas como el sudeste asiático y el norte de Canadá, y que, sobre todo, se debe a que el aire caliente puede contener más vapor de agua.
Esta advertencia, publicada en la revista Journal of Climate, llega pocos días antes de la apertura de la COP28, la conferencia internacional anual sobre el clima que se celebrará bajo el auspicio de la ONU.
Los investigadores compararon las predicciones de numerosos modelos climáticos con los cambios observados históricamente.
Utilizaron técnicas que les permitieron filtrar qué cambios estaban relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por las personas y cuáles no.
«Nuestro estudio confirma que la intensidad y frecuencia de las lluvias torrenciales aumenta exponencialmente con cada incremento del calentamiento global», subrayó Max Kotz, principal autor del estudio cuya cpnclusión es que el aumento de la temperatura es lo que más influye en estos cambios, y no otros factores como los vientos.
«La buena noticia es que esto facilita la predicción del futuro de las precipitaciones extremas», subrayó Anders Levermann. «La mala noticia es que empeorará si seguimos impulsando el calentamiento global mediante la emisión de gases de efecto invernadero», concluyó.
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