El oficial Ricardo Rodríguez, acusado del homicidio del camionero riojano Federico Orihuela en un trágico incidente ocurrido en Valle Fértil, continuará en prisión preventiva hasta enero de 2025. Así lo decidió la Justicia, que accedió a la solicitud de la Fiscalía para prorrogar su detención mientras avanzan las investigaciones del caso.
Rodríguez, quien estaba en servicio cuando se produjo el fatal hecho en febrero de este año, está imputado por el asesinato de Orihuela, quien fue acribillado durante una persecución en la que, según se investiga, el policía disparó contra el camión del hombre, provocando su muerte. En su presentación ante el juez, la Fiscalía, encabezada por Francisco Pizarro, argumentó que aún faltan dos pericias clave para esclarecer los detalles del caso y definir el rumbo de la investigación.
Una de estas pericias es la trayectoria balística, cuyo objetivo es determinar el ángulo y la trayectoria de los disparos que terminaron con la vida de Orihuela. Esta tarea será realizada por un perito especializado en balística, quien trabajará junto con el forense que participa en la causa. La segunda pericia, centrada en el recorrido de la persecución, buscará trazar el trayecto seguido por los vehículos involucrados, así como las ubicaciones y distancias durante el enfrentamiento, en un intento por mapear con precisión cómo se desarrollaron los hechos.
La extensión de la prisión preventiva de Rodríguez, que se encontraba detenido desde la fecha del crimen, se mantiene hasta enero del próximo año, aunque el plazo de la investigación penal preparatoria se extenderá hasta febrero de 2025. Durante este tiempo, se prevé que se recojan las pruebas finales necesarias para esclarecer la dinámica del caso, con el objetivo de definir si el policía actuó en legítima defensa o si se trató de un exceso de fuerza.
Mientras tanto, Rodríguez sigue detenido en el penal, donde aguardará el avance de las pericias y el cierre de la investigación. El caso continúa generando gran repercusión en la región, especialmente debido a la gravedad de los cargos y la implicación de un miembro de las fuerzas de seguridad en el crimen.
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