Una nueva fuga en una comisaría provocó la reacción del Gobierno porteño, que echó al responsable civil del área dentro del Ministerio de Seguridad y al director de Alcaidías de la Policía de la Ciudad. La noticia fue confirmada por el titular de la cartera, Waldo Wolff.

Este domingo se conoció que Sebastián Vela fue desplazado de su cargo en el ministerio porteño, mientras que el comisario mayor Adrián Ochoa, quien dirigía las alcaidías porteñas, también fue despedido. Además, fueron sumariados cuatro policías de la Ciudad.

El último episodio sucedió, en las últimas horas, en el Centro de Contraventores de Nueva Pompeya, donde dos detenidos huyeron tras forzar una reja. Se trata de Darlin Javier Polanco Aguero, de 32 años, y Dilson Eduardo Polanco Muñoz, de 35.

Esta fuga se suma a la ocurrida el pasado 23 de noviembre, cuando 11 detenidos lograron evadirse de la Alcaidía 4 Bis de Barracas. Dos de ellos fueron recapturados.

Néstor Iván Benítez, quien tenía una condena por violencia de género, fue atrapado cuando volvía a lo de su víctima, a la que no podía acercarse. Mientras que Néstor Birraglia fue arrestado cuando intentaba cometer una salidera.

El resto aún es buscado por las autoridades.

El ministro de Seguridad porteño, Wolff, quien se comprometió a reforzar y continuar con la búsqueda e investigación, aseguró que hay un «incremento de la población carcelaria en un 35% (de 1.700 a 2.300)» y «320 condenados que no deberían estar bajo el cuidado de Ciudad en lugares de alojamiento que no cumplen con las medidas de seguridad mínimas».

Pero remarcó que eso no es una excusa para impedir que los detenidos se escapen. «Seguiremos siendo inflexibles con cada uno de los funcionarios, civiles y policiales que no hagan su trabajo como corresponde», sentenció el ministro porteño.

Las fugas de detenidos de Barracas y Nueva Pompeya se produjeron apenas días después de que el Gobierno nacional y la Ciudad acordaran el traspaso de las dependencias del Servicio Penitenciario Federal (SPF) a la gestión porteña encabezada por Jorge Macri.

Esta medida implica que en las cárceles y dependencias del SPF en el que se alojen presos por delitos de la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno porteño «se haga responsable del cuidado de los detenidos», según puntualizaron en un comunicado que consensuaron entre el Ministerio de Seguridad y la administración de Macri.

«Desde el mes de mayo, cuando creamos la Dirección, logramos que no hubiera ninguna evasión desde las alcaidías. No obstante ello, tras el anuncio del traspaso del Servicio Penitenciario ocurrieron los dos hechos que aquí menciono», se quejó el ministro Wolff.

La seguridad en alerta

En los primeros once meses de la gestión de Jorge Macri hubo 14 fugas de presos en distintas sedes policiales. La última ocurrió este domingo en Nueva Pompeya.

Desde el Gobierno porteño hacen hincapié sobre la problemática de la superpoblación de presos. Según datos oficiales, CABA tiene capacidad para 1041 detenidos pero aloja a casi el doble. Para custodiar a esos presos hay más de 1500 policías, que son alrededor del 10 por ciento de los 19 mil que están en las calles para neutralizar los delitos.

En tanto, desde diferentes instituciones especializadas en materia de seguridad, ratifican que la Policía de la Ciudad no está capacitada para el cuidado de las personas privadas de su libertad.